Muy lejos queda ya aquel diciembre de 2008, cuando se inauguró el centro comercial y de ocio de Port Halley, en Vila-seca. La crisis económica que arrancó aquel mismo año acabó por ser la tumba de muchos negocios que habían puesto todas sus ilusiones en el proyecto. Cafeterías, bares, restaurantes. tiendas de ropa, ópticas, de telefonía... la gran mayoría han ido desapareciendo con el paso del tiempo para dejar triste y yermo un espacio pensado para disfrute y consumo de los clientes.
A día de hoy, sólo cinco negocios están abiertos regularmente al público en Port Halley. Se trata de Mercadona, OCine (cerrado coyunturalmente a causa de la pandemia y que tiene previsto reabrir en breve), Decathlon, Wine Palace y Merkal Calzados. Escasos establecimientos para una superficie construida sobre una parcela de 24.000 metros cuadrados. Actualmente, todos ellos dan trabajo a un centenar de personas.
En concurso de acreedores
Tras varios años en concurso de acreedores, este lunes ha sido el Colegio de Procuradores de Barcelona quien, a través de la plataforma de subastas www.subastasprocuradores.com perteneciente al Consejo General de Procuradores de España (CGPE), anunciaba que lleva a cabo la subasta del derecho de superficie del centro comercial Port Halley.
El precio de valoración de este activo se eleva a los 16,65 millones de euros. Así, sale a subasta el derecho de superficie sobre la Finca Registral 2/14066 titularidad de Ayuntamiento de Vila-seca por un período de 25 años.
El centro cuenta con una planta sótano, de superficie construida total 13.986 metros cuadrados, de los cuales 2.998,83 se dedican a locales comerciales y de ocio, y los 10.987,17 metros cuadrados restantes se dedican a aparcamiento, servicios, almacenes y dependencias de uso restringido.
Por plantas, la baja cuenta con una superficie construida total 8.111,58 metros cuadrados dedicados a locales comerciales y de ocio. La primera tiene de superficie construida total 4.380,15 metros cuadrados de los cuales 3.952,78 se dedican a locales comerciales y de ocio, y los restantes 427,37 a salidas de emergencia. Finalmente, la planta segunda cuenta con 689,77 metros cuadrados construidos, dedicados a locales técnicos.
La subasta está activa desde este lunes y seguirá así hasta las 18 horas del próximo 31 de marzo. Fuentes del Colegio de Procuradores recuerdan que para participar en la misma, aparte del registro en la plataforma, es necesario el ingreso de un depósito equivalente al 10% del valor de liquidación, un depósito que en caso de no resultar adjudicatario se devolvería íntegramente en un plazo de 10 días hábiles una vez finalizada la subasta. Si saliese adjudicatario de la misma, este depósito se descontaría del precio de adjudicación.
Esta subasta tiene como particularidad que no cuenta con una puja mínima de inicio de subasta. «Podría darse la circunstancia de que la cantidad ofertada máxima no fuese del interés pertinente, declarándose entonces la celebración de otra nueva subasta posterior», señalaban ayer fuentes de la entidad colegial. También apuntaban que quien se adjudique la subasta debería cumplir con los actuales contratos de alquiler sobre los establecimientos que siguen abiertos: «no vemos ningún impedimento para que no sea así durante el plazo que se estableció en su momento».
Por su parte, el Ayuntamiento de Vila-seca incidía ayer en que «este es un paso más en el proceso del concurso de acreedores iniciado en su momento», cuya fecha de inicio fue en enero de 2013. Posteriormente, se produjo un acuerdo plenario del administrador concursal. Ahora estamos a mes y medio de conocer el final, dependiendo de la oferta.