«Muy pronto los altafullenses verán brotes verdes»

Entrevista a la nueva alcaldesa Montse Castellarnau, que se propone una gestión municipal de mínimos, pero eficaz. Su reto más inmediato es poner remedio al déficit de arena en la playa

11 mayo 2022 20:11 | Actualizado a 12 mayo 2022 07:00
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Montse Castellarnau (Alternativa Altafulla) ya ocupa de lleno el sillón de la alcaldía de Altafulla, al que ha accedido al prosperar la moción de censura celebrada este martes, a instancias de los grupos en la oposición, a excepción de la representante del PSC y derrocar así al gobierno de EINA-ERC, liderado por Jordi Molinera y Alba Muntadas. Sin tiempo que perder, en un año que queda de mandato, se propone una gestión municipal de mínimos, pero eficaz.

A 48 horas de llegar a sus manos la vara de alcaldesa, ¿cuál es su percepción?

Sensación de orgullo por ser la primera mujer que ostenta el título de alcaldesa de Altafulla en toda la historia. Me considero una trabajadora perseverante y entiendo que esto ha favorecido la estima que me tiene la gente. A título personal, es un gozo sentir estos apoyos de la ciudadanía, que se regocija de tener a una mujer en un puesto de responsabilidad como este.

¿La dicha es plena, pese a lograrlo al margen de las urnas?

Cierto que produce un sabor agridulce. Por descontado que hubiera preferido esperar a que las urnas en 2023 dieran vencedora la candidatura de Alternativa Altafulla (AA) y de ahí la posibilidad de salir elegida alcaldesa. No obstante, la insostenible situación a la que nos ha abocado EINA reclamaba actuar para reflotar Altafulla. Somos un municipio que, como la playa, se encuentra en franca regresión, en todos los órdenes.

Cuando en verano el equipo Molinera quedó en minoría se mostraron reacios a la moción de censura.

Efectivamente. Pero la actitud nada dialogante, la falta de empatía, el incumplimiento de acuerdos e inoperancia del ejecutivo lo ha precipitado.

Sea sincera. Si los temporales de mar no hubieran hundido parcialmente la terraza del Voramar ¿habrían presentado la moción?

Evidentemente. Esta circunstancia generada por el cambio climático es solo la gota que colmó el vaso. Se podía prever lo ocurrido, ante la persistente desaparición de arena, y actuar debidamente para proteger la línea litoral. El Plan de Gestión impulsado por AA para la renaturalización de la playa no digo que sea equivocado, pero se requería una respuesta inmediata para preservar el estado de la playa de cara el verano. Es el motor de la economía local, sector turístico que ya resultó maltrecho en Semana Santa por esta causa, con la playa parcialmente cerrada. La inacción ha sido la nota predominante de quienes han gobernado, hasta el punto de rechazar incluso el plan de choque propuesto por la oposición, en el último Pleno de abril.

Por cierto. Una de las consecuencias de aquella sesión plenaria es que urge desbloquear la contratación de socorristas.

Como se recordará, al margen del plan de choque de la playa, ningún punto de la orden del día tuvo aprobación. Ayer, de buena mañana, hubo la primera Junta de Gobierno que abordó un plan B para poder contar con socorristes en el inicio de la temporada de playa y piscina, mientras se abre un período de licitación para la adjudicación del Servicio. Para ello, será necesaria una modificación de crédito ya que no tiene partida presupuestaria asignada, a tratar en un pleno extaordinario, en el que se recuperará la figura del cargo de confianza y habrá reparto del cartapacio municipal. Puedo avanzar que los ordinarios tendrán la misma frecuencia mensual como hasta ahora.

Costas del Estado ha dicho que no hay arena para todos...

Afortunadamente sí la habrá para Altafulla, como se nos prometió en una visita a la playa de sus responsables días atrás, por considerarse uno de los municipios más afectados. Así pues no nos afectará la denegación de partidas suplementarias que han condicionado al departamento. Una aportación de arena que, como es habitual, llegará a finales de mes o principios de junio.

¿A qué se limitará la acción de gobierno?

Pues a culminar lo que hay en marcha. Abrir el Casal la Violeta a todos los efectos, de momento con butacas estáticas. Lo de mostrarla los mandatarios de EINA, el otro día, fue una farsa. Hace falta el permiso de Bombers que llegará con la dotación de la tercera salida de emergencia para que pueda ser una sala polivalente. Soluciones para el alumbrado de Brises del Mar; una gestión impecable de la recogida de basuras, la limpieza callejera, la reparación de parques y jardines, donde ha imperado la dejadez, entre otras prioridades. Muy pronto los altafullenses verán brotes verdes, en el sentido metafórico pero también real.

¿Correrán un riesgo de desgaste?

Naturalmente. Tomar las riendas a un año vista de las elecciones tiene el riesgo de que la gestión realizada se nos gire en contra. Se trata de culminar lo que hay en marcha y luego establecer un orden de prioridades, aparcando lo que haga falta para que pueda ser afrontado tras los comicios de 2023. Pero no hay duda que hemos dado un paso al frente los cuatro concejales firmantes de AA, el de Junts per Altafulla, la edil de Ara Altafulla y el concejal no adscrito, como muestra de humildad y generosidad, superando la diversidad de sensibilidades políticas y anteponiendo los intereses de la comunidad por encima de apetencias partidistas. Nada más falso lo de tildarnos de oportunistas y electoralistas. No obstante, tengo plena confianza en mí misma, tras permanecer en el equipo de gobierno ocho años, y la experiencia adquirida como primera teniente de alcalde entre 2015 y 2019.

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