El incendio de Calafell de las últimas horas revela una situación que no es nueva y que va a intensificarse como ya prevén los expertos.
En un clima Mediterráneo con cada vez menos lluvias el bosque, además lleno de maleza y ramas bajas, va a sufrir fuegos más avanzados y virulentos.
De la misma manera que los incendios se apagan en invierno con el saneamiento y limpieza de los bosques, el fuego ya no es sólo cosa del verano.
Desalojos
En Calafell han ardido unas 30 hectáreas y obligado a desalojar a 30 personas de sus casas, además de las que han debido permanecer confinadas por la proximidad de las llamas a sus viviendas.
Ese es otro factor de riesgo: muchos núcleos de población rodeados de masa forestal poco cuidada y en muchos casos sin las necesarias franjas de protección en su entorno que como mínimo ayuden a ralentizar el avance del incendio dando tiempo y espacio a los equipos de emergencia para hacerle frente.
El coordinador de Agentes Rurals de Tarragona, Cándido Ripoll, en referencia al fuego de Calafell señala que «hay una vegetación muy estresada. Hace tiempo que no llueve», lo que lleva a la preocupación de cara a la primavera cuando suban las temperaturas.
Con motivo del fuego, uno de los vecinos de Calafell preguntó al alcalde Ramon Ferré si entorno de la zona afectada había, y estaban en condiciones, las franjas de protección de los núcleos que debieron confinarse.
Ferré explicó que el Ayuntamiento tiene una subvención para abrir franjas de protección, «pero debe lograrse que abrir esas franjas tenga una tramitación más ágil. Hay que facilitar que los ayuntamientos puedan ser más rápidos».
El alcalde señala que además esas intervenciones «suelen hacerse en abril y mayo» y ahora se ha encontrado que en marzo el bosque está en una situación similar a julio.
Muchas fincas que están en una situación de potencial riesgo de incendio son privadas. El Ayuntamiento puede intervenir en ellas y pasar el coste al propietario, pero necesita una autorización judicial que es larga.
Ferré también pide a los vecinos que ayuden a mantener limpias las zonas forestales próximas a sus casas.
Los agentes rurales trabajan de momento con tres hipótesis para el fuego de Calafell. En los terrenos afectados hay una línea eléctrica, zonas agrícolas y diversos senderos por los que pasean muchos vecinos.
En todo caso se espera que haya un incremento de incendios de alta intensidad por los periodos de sequía unido a una gran masa forestal sin gestionar. Una medida para que sean más controlables es crear espacios abiertos en zonas boscosas que frenen el avance del fuego.
El inspector de bomberos de la Generalitat, Miquel López, coincide en que la sequía presagia un verano complicado. «Las franjas de protección es importante que estén y que estén mantenidas por normativa y protección. En un entorno Mediterráneo los incendio forman parte del día a día».
En el incendio de Calafell algunas calles han evitado que las llamas tocasen las casas. Pero aún así algunos patios y cierres perimetrales se han visto afectadas por el fuego.