Las tres opciones que baraja Cambrils para finalizar el proyecto del Teatre Auditori

El concejal de Urbanisme, Enric Daza, asegura que se tiene que encontrar una solución para poder acabar este equipamiento, cuyas obras se pararon hace justo diez años

17 diciembre 2020 06:40 | Actualizado a 21 diciembre 2020 19:36
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El Teatre Auditori de Cambrils se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el equipo de gobierno local. En los dos últimos mandatos se ha intentado desencallar este proyecto cuya primera fase de las obras de construcción finalizaron hace justo diez años. «Tenemos claro que tenemos que encontrar una solución», afirma el concejal de Urbanisme, Enric Daza, al Diari.

En estos momentos el gobierno formado por ERC, Junts per Cambrils y Nou Moviment Ciutadà está barajando tres opciones para decidir qué hacer con esta infraestructura de cemento, repleta de grafitis y hogar de okupas. La primera línea es reestudiar la obra inicial y minimizarla a las necesidades actuales. «Creemos que tenemos que hacer proyectos más pequeños y realistas. No queremos tener proyectos en el armario, nuestro objetivo es dejar los proyectos faraónicos del boom económico», expresa el concejal, que añade que también se está analizando el coste que supondría mantener abierto el inmueble.

La segunda opción es abaratar la segunda fase de las obras, presupuestadas inicialmente en 6,8 millones de euros, con materiales más económicos. La idea sería rebajar el coste hasta los 4,5 millones de euros, aproximadamente, y que el gobierno se hiciera cargo de la construcción.

Como apunta Daza, es la tercera opción la que interesaría especialmente al consistorio: una empresa que se encargara de finalizar la construcción y que explotara el equipamiento. «Para nosotros sería lo ideal. Un modelo de colaboración público-privada. Hemos hablado con algunos interesados para poder hacer algún tipo de concesión que permitiría acabar la obra. Tenemos una propuesta sobre la mesa y la estamos estudiando para ver si es viable, pero no hay nada decidido. Es un tema que no es fácil porque es un proyecto de gran envergadura», señala el edil. 

Proyecto de 12,1 millones de euros

El arquitecto Ramon Sanabria diseñó un Teatre Auditori con una superficie construida de 7.890 metros cuadrados, que se distribuían en una planta baja y cuatro plantas más, además de un sótano. El edificio tenía una capacidad para 552 espectadores que se repartían en tres zonas: platea (319 personas); anfiteatro (220 personas) y el palco del anfiteatro (13 personas). Entre las diferentes estancias había varias salas de ensayo y una sala polivalente que se destinaría a las pequeñas audiciones musicales.

El presupuesto total del proyecto era de 12,1 millones de euros que se repartieron en dos fases. La primera, con 5,3 millones de euros, contemplaba la construcción de la estructura y de las cubiertas; mientras que la segunda, de 6,8 millones de euros, se centraba en las divisiones interiores, cierres y los acabados del edificio. La primera parte terminó en 2010 y la segunda nunca llegó a empezar

Fue con el mandato de Mercè Dalmau, en 2011, cuando se paralizó la obra en un momento crítico para las arcas municipales -tenía una deuda de casi 53 millones de euros- y se despidió al director técnico que se había contratado en 2010. También se conoció que el gobierno del mandato 2007-2011 (PSC, ERC e ICV) había destinado 1,5 millones de los 6 recibidos del fondo FOMIT para la construcción del auditorio a otras funciones. 

El año pasado surgió otro problema. La Generalitat reclamó la subvención de 1,2 millones de euros que otorgó en su momento al ayuntamiento para la obra. Tras varias alegaciones y gestiones, en octubre la alcaldesa, Camí Mendoza, anunció en la sesión plenaria que no tenían que devolver este dinero. 

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