La restricción de movilidad, el problema de la ‘nueva’ Rambla Jaume I de Cambrils

Comercios y vecinos valoran positivamente la reforma, pero lamentan que no se pueda dejar el coche cerca del vial

13 mayo 2023 18:45 | Actualizado a 14 mayo 2023 07:00
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Hace justo un mes y medio, Cambrils inauguraba por todo lo alto, y después de haber estado 14 largos meses en obras, la renovada Rambla Jaume I, un vial que incluso se llegó a plantear como el nuevo centro del municipio. Junto con esta inauguración, el Ayuntamiento puso en marcha una prueba piloto de circulación y, en ambos extremos de la calle, se instalaron unos pilones que, a partir de las 17h de la tarde y hasta la 1h de la madrugada, se levantan impidiendo el paso de vehículos excepto para los vecinos de la zona.

La medida ha generado cierto excepticismo entre los comercios del entorno, que ven como en estas semanas, las ventas de la tarde han caído considerablemente. Los afectados achacan el problema no sólo a la prohibición de transitar en coche por la Rambla a ess horas, sino también a la falta de aparcamiento, lo que dificulta al cliente cargar con la compra hasta su vehículo. Núria, de Cal Cendra, lo tiene muy claro: «El problema es que no se puede aparcar y esto a la gente, a la hora de venir a comprar, le afecta», afirma. Por su parte, Esther, responsable de Casa Ametller, reconoce que «nosotros tenemos un acuerdo con el parking del Pòsit y gracias a ello el tema del aparcamiento no nos supone un problema como comercio, pero sí que es cierto que hay muchas quejas por parte de los clientes». Para minimizar el perjuicio que esto supone para el negocio, Esther explica que «les ofrecemos la opción de llevarles nosotros mismos la compra hasta el coche y así les facilitamos el que puedan venir a comprar».

Otros comerciantes, como Tomàs, propietario de Electroplus, proponen soluciones que pondrían, cree, fin a esta situación: «Ya que nos han cerrado la Rambla al tráfico, necesitamos unos aparcamientos disuasorios más o menos cerca, o sino zonas azules en la calle Colom o Valencia, para que la gente entienda que es fácil venir a comprar en el comercio de proximidad». Tomàs reconoce que la Rambla Jaume I necesitaba una reforma, cosa que valora muy positivamente porque, además, recuerda que «siempre hemos querido que fuera peatonal». Sin embargo, lamenta que la remodelación ha generado otros dos problemas: «uno de movilidad y otro para el comercio de proximidad», apunta.

De hecho, según asegura Tomàs, «hay algunos comercios que incluso se están planteando cerrar, quieren esperar a que pase verano y luego, según como vaya, bajarán la persiana». No es su caso, aunque reconoce que «Yo estoy a la expectativa para ver cómo evoluciona todo».

Un plan de movilidad

La base de toda esta problemática viene, según los comercios, incluso de antes de iniciarse las obras de remodelación de la Rambla. Entonces, explican los afectados, «en el documento de licitación que se nos presentó, el vial estaba abierto las 24 horas y había estacionamientos. Después se cambió», y es por eso que claman, desde la asociación de comercios de la Rambla Jaume I, «un plan de movilidad» que les permita saber en qué condiciones quedarán definitivamente.

Aun así, más allá del inconveniente en cuanto al modelo de circulación rodada del vial, los comerciantes también son unánimes a la hora de valorar la recuperación de las ventas tras las obras: «al principio, mientras la calle estaba levantada, fue muy mal y las ventas bajaron en picado, pero ahora parece que vamos remontando», explica Esther, de Casa Ametller. Tomás, por su parte, reconoce que «yo por la mañana trabajo muy bien, ya he recuperado las cifras de antes de las obras», pero también es consciente de que, debido al cierre del tráfico, «por la tarde las ventas han caído muchísimo».

Similar con los vecinos

La situación de los comercios la viven de manera similar los vecinos de la Rambla, aunque ellos no se juegan su negocio. Ana y Luis explicaban que «justo estábamos hablando de lo agradable que es estar ahora aquí, esto no tiene nada que ver con lo que era antes». «Le damos un 10», dicen, pero en cambio, «en el tema de aparcamiento, un cero, hay que dejar el coche demasiado lejos».

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