La apertura de las fronteras el próximo 1 de julio supone para el sector turístico un cierto respiro que podría permitir que la temporada no fuese tan dramática como se suponía.
La Federació Empresarial d’Hostaleria de Tarragona (FEHT) confía en la fortaleza y prestigio ganado en años como destino Costa Daurada i Terres de l’Ebre para salvar la temporada.
El portavoz de la FEHT, Xavier Guardià, explica que el pánico que había hace sólo 15 días puede convertirse en esperanza con la apertura de fronteras. «Si los meses entre junio y octubre funcionan bien, podríamos cerrar la temporada pensando en que no lo hemos pasado tan mal». Aunque no va a ser un año bueno.
Prestigio
Costa Daurada i les Terres de l’Ebre deberá hacer valer los años de servicios a los turistas. Xavier Guardià señala en este sentido que los clientes habituales repetirán. «Para ellos es como estar en casa». Y eso, señala, ofrece seguridad.
El anuncio de la apertura de fronteras deber reactivar al sector. Hace unos días ya se supo que uno de los destinos más buscados para las vacaciones era Salou. Los pases de fase de la demarcación permiten la reapertura de establecimientos.
De momento son pocos los campings que han abierto y todavía no lo ha hecho ningún hotel vacacional. Las primeras semanas de junio servirán para recuperar la actividad y adaptar las instalaciones a los protocolos de sanidad. Algunas cadenas con varios establecimientos podrían abrirlos de manera gradual en función de la respuesta de los clientes.
Por ahora las reservas son pocas, pero no preocupa ya que la tendencia de los últimos años ya era la de concretar a última hora. Pero sí que se detecta movimiento en los mercados alemán, francés, irlandés y británico.
Los protocolos establecidos no preocupan porque se tienen que aplicar en todos los países y en este sentido no van a ser una traba a la decisión de viajar. Por ello la implicación es la de garantizar la seguridad sanitaria que buscarán los turistas.
En este sentido el prestigio de la zona es la tarjeta de presentación. «Los visitantes conocen los restaurantes, supermercados, saben cómo moverse y qué playas les gustan».
Otra de las expectativas para el turismo es lo que pasará con las segundas residencias. Guardià considera que «si antes una familia venía 15 días y guarda otros 15 para ir a otro lugar, puede que ahora alargue las estancias aquí y ya viajará el próximo año».
El sector espera que el año de la recuperación de la normalidad conocida hasta ahora será el próximo año.