La Agència Catalana de l’Aigua se ha comprometido a estudiar a fondo, y a contestar próximamente, la posible reubicación de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) que ha empezado a construirse en un solar situado a solo siete metros del complejo residencial Golden Pineda, ubicado entre el Camí del Racó y el Pla del Maset de Salou.
El alcalde de Salou, Pere Granados, y el concejal de Gestión del Territorio y Vivienda, Marc Montagut, han arrancado ese compromiso después de la reunión que mantuvieron este martes en Barcelona, en la sede del ACA, con el director de la ACA, Samuel Reyes.
Granados y Montagut le entregaron la declaración institucional aprobada en la sesión plenaria del pasado 6 de abril, en la que se aprobó una petición expresa de reubicación de esta estación para minimizar los efectos que la ubicación actual ocasionará a los vecinos de la comunidad de propietarios Golden Pineda. La EBAR debe dar servicio a varias urbanizaciones situadas en el Cap Salou, entre ellas Maripins y Cala Crancs.
Ambos también trasladaron a la Agència Catalana de l’Aigua la propuesta técnica elaborada por la propia entidad vecinal y el plano que le acompaña, para reubicar el EBAR al otro lado de la Avenida del Pla de Maset, más alejado de cualquier complejo residencial.
La instalación de esta infraestructura mantiene en pie de guerra a las 127 familias que tienen un piso en propiedad en el complejo residencial Golden Pineda, que cuenta con tres edificios. Los vecinos consideran que su construcción comportaría graves perjuicios a los residentes en forma de malos olores, aire contaminado, ruidos, y la presencia de insectos y ratas así como de agentes biológicos, caso de virus y bacterias que llevan estas aguas fecales.
«Los elementos sólidos de los residuos fecales se extraerán mediante puente grúa; serán cargados sobre camiones para que se los lleven a una depuradora; y todo se realizará a escasos siete metros de nuestras casas», denunció a primeros de diciembre al Diari Roberto Vilaplana, el representante de los afectados, en cuanto la ACA valló perimetralmente el solar para iniciar los trabajos.
Recursos
Los vecinos decidieron pasar a la acción en aquellas fechas tras cinco reuniones con miembros de la ACA y el Ayuntamiento de Salou, un recurso de revisión y un contencioso-administrativo por las incongruencias e inexactitudes que, según ellos, presenta el proyecto.
La prueba más flagrante, según explicó Vilaplana entonces, es la referida a los criterios ambientales y socioterritoriales esgrimidos, que obvian la presencia de las viviendas colindantes. «La ubicación de la EBAR en la alternativa 2, en una zona verde, con abundante vegetación y más alejada de edificaciones, permite conseguir un menor impacto...», cita textualmente el estudio de la ACA. A esa mención, que Vilaplana puso encima de la mesa en una de las reuniones con la ACA, se agarran los vecinos para que el proyecto se revise totalmente.