Agentes del Seprona de la Guardia Civil tuvo conocimiento de varios hechos que podrían atentar contra la salud y el bienestar de animales de granja y de compañía, en diferentes localidades de la provincia de Tarragona.
Gracias a la información ofrecida por un ciudadano, la Guardia Civil conoció un supuesto delito de abandono de un animal. Los agentes se personaron en Aldover, hallando en el interior de una finca deshabitada a un burro, que se encontraba en deplorables condiciones físicas. Presentaba heridas en carne viva en sus extremidades delanteras, los cascos irregulares y con una pérdida ostensible de peso.
También se inspeccionó el lugar donde se encontraba el animal, el cual no reunía las condiciones mínimas exigible, no disponiendo ni siquiera de un lugar donde resguardarse ante las inclemencias climatológicas, como lluvias o temperaturas extremas.
El animal pudo mantenerse vivo gracias al aporte altruista de alimentos y agua por parte de un vecino de los terrenos colindantes, hasta que finalmente fue rescatado por la Guardia Civil.
Los agentes actuantes indagaron sobre quien podría ser el propietario, averiguando que, hacía años, una persona se encargaba de él, hasta que enfermó de gravedad, quedando el animal en estado de desamparo.
Ante el deplorable estado físico en que se encontraba el animal y con el objetivo de salvaguardar su integridad física se realizaron gestiones con la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA). Éstos consiguieron que el animal fuese atendido por un veterinario quién sanó las heridas y estabilizó su estado físico.
Posteriormente, fue trasladado de manera segura a las instalaciones del refugio de animales de granja Les Set Cabretes en Botarell, quienes se han hecho cargo de los cuidados para su recuperación, tratamiento y mantenimiento hasta que pueda ser adoptado.
Se han iniciado diligencias por un supuesto delito contra los animales, entregando las mismas en el Juzgado de Guardia de Tortosa.
Rescate de un perro
En la Urbanización Les Costes, en el término municipal de Botarell (T), se tuvo conocimiento de la presencia de un perro que podría estar abandonado en el interior de una parcela vallada en todo su perímetro y con una vivienda deshabitada en su interior, sin que hubiera persona alguna a su cargo.
La patrulla verificó la información recibida, hallando un perro en el interior de la citada parcela, procediendo a forzar el acceso a fin de rescatar al animal. Éste se encontraba en deplorable estado físico, con una pérdida tan sustancial de peso que se podía apreciar el esqueleto sobre su piel.
Tras lograr el control de mismo, con la ayuda de personal especializado gestionado por el Ayuntamiento de Botarell, se comprueba que el mismo carece de identificación alguna, trasladándolo a las instalaciones de la Societat Protectora d’animals de Catalunya (SPAC), en Torredembarra. Una vez allí se pudo comprobar que el can presentaba «una anorexia extrema por inanición, atrofia muscular generalizada, mala calidad de pelo y uñas largas».
Por este hecho, y tras la pertinente investigación, la Guardia Civil instruye diligencias por un supuesto delito contra los animales del cual entiende el Juzgado de Guardia Reus.
Rescate de dos caballos
Otra de las actuaciones derivó en la detección, en una finca rústica de la localidad de Valls, de dos caballos en condiciones precarias de salud. Se llevó a cabo una actuación conjunta con personal del Departament d’Acció Climática, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya y técnicos del Ayuntamiento de Valls.
Los animales presentaban desnutrición extrema y necesidad de atención veterinaria. La instalación, por su parte, no cumplía con los estándares establecidos para el alta como “explotación ganadera”.
A la vista del estado de los équidos, el Ayuntamiento decretó el decomiso de los mismos, siendo trasladados para su cuidado y recuperación a un centro hípico de la comarca del Alt Camp.
Rescate de un jabalí y hurones
En un servicio preventivo, al pasar por las cercanías de una parcela habitada de Mont-roig del Camp, los agentes observaron en su interior varios perros de caza. Se procedió a realizar una inspección localizando un total de 15 ejemplares caninos, 1 jabalí adulto y 14 hurones. Solicitados los permisos pertinentes al propietario indicó que no disponía de ellos, así como tampoco estaba registrado como núcleo zoológico.
Los agentes extendieron tres actas-denuncias que fueron remitidas al Departament d’Acció Climática, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat.
