La cancelación a última hora del ocio nocturno en diciembre del año pasado, como medida para frenar la pandemia, dio al traste con las esperanzas que el sector tenía depositadas en la fiesta de Fin de Año para maquillar mínimamente los números de un año desastroso a causa de las restricciones sanitarias. Hoy, discotecas, pubs y salas de fiesta de la Costa Daurada podrán vivir la primera Nochevieja con normalidad después de dos años, una celebración marcada en el calendario que entre los empresarios del sector reciben con una esperanza contenida. La escalada del precio de los suministros y la competencia de fiestas populares frenan el optimismo para una última noche del año en la que todos los locales confían en llenar.
En Salou, la oferta para esta noche será similar a la del último fin de año en que abrieron, en 2019, con cerca de una decena de locales preparados para dar la bienvenida al 2023. «Es un día muy especial para el sector, porque ese día todo el mundo busca salir de fiesta, incluso el que no ha salido en todo el año. La previsión es que todas las discotecas de Salou estén llenas», asegura Eduardo Abenójar, presidente de la Associació de Restauració i Oci Nocturn de Salou (ARONS).
«La gente tiene muchas ganas de salir y todo apunta a que va a estar a tope, pero se nota que la subida de precios está haciendo mella en los bolsillos de la gente. El año pasado habíamos vendido más entradas anticipadas», señala Hilario Benítez, gerente de Tropical Salou.
«No es la locura del año pasado, cuando nos cerraron a última hora y perdimos una enorme cantidad de ventas, pero esta vez la venta anticipada ha ido bien y es muy probable que rondemos el aforo completo», coincide Hugo Battini, de Flashback Salou.
Los empresarios critican la competencia que suponen fiestas en sitios como polideportivos
Por el contrario, desde finales de noviembre ya tenían vendidas todas las entradas disponibles en House of Illusion, que ha preparado para esta noche una fiesta con cena de gala, música en directo y espectáculo hasta las campanadas. «Se ha notado que la gente tiene muchas ganas de salir y disfrutar después de los dos últimos años», afirma el gerente de la sala de fiestas de Salou, Rodney James Piper, que reconoce que «llevamos muchas semanas recibiendo llamadas de gente que quiere venir, pero que se ha quedado sin sitio. Podríamos haber vendido el triple de entradas».
Tras dos años condicionados por la pandemia, la recuperación de la actividad ha sido fulgurante este 2022. «Nunca en 40 años de experiencia había visto a los jóvenes con tantas ganas de salir como este año. Tanto los de aquí como los turistas. Ha sido un año especial», manifiesta Benítez.
Sin embargo, el restablecimiento del sector se ha visto empañado por problemas que se han ido normalizando, pero que todavía arrastran, como el encarecimiento generalizado de materiales y suministros o la falta de abastecimiento de productos como el hielo, bebidas energéticas o algunos licores. Unos condicionantes que también supondrán una reducción de los beneficios en la última caja del año.
«Tras dos años lamentables, se ha vuelto a trabajar, pero los costes son una locura. Nos han hecho muchísimo daño. Nosotros vendemos las copas con los mismos precios desde 2002, pero los costes no han dejado de subir. Los márgenes están apuradísimos», explica Battini. En la misma línea, Piper indica que «Fin de Año es uno de los días más importantes del año. El problema es la subida de precios, sobre todo de la luz, que hace que tengamos que asumir muchos más gastos».
Por otro lado, los empresarios del ocio nocturno de Salou apuntan también a la competencia que suponen las fiestas de Fin de Año organizadas en sitios como pabellones. «Si hemos sufrido durante tanto tiempo el ocio nocturno, ahora no es lícito que hagan fiestas en polígonos o en polideportivos, que normalmente no tienen la licencia para ello», considera Abenójar. «Es un día importante para la facturación, pero nos afecta que se monten fiestas en sitios que no se dedican a ello. Nosotros debemos cumplir una serie de requisitos de seguridad y pasamos inspecciones durante todo el año. Lo mínimo es que estos sitios pasen lo mismo, sino es una competencia desleal», expone Benítez.