La palabra alemana Stolperstein significa piedra de tropiezo. Dificulta avanzar pero debe dejar una enseñanza si se sabe escuchar.
El Vendrell cumplirá con una deuda este sábado. Colocará diez piedras de la memoria delante de las casas donde vivieron vecinos deportados a campos nazis.
Pere Marsé es nieto de Pere Recasens, enviado en 1941 a Gusen, subcampo de Mauthausen, donde fue asesinado.
La iniciativa «devuelve la dignidad que les quitaron en los campos de exterminio». Allí los convirtieron en un número y les arrebataron la personalidad. «Ahora les devolvemos esa personalidad».
Número 4.983
Joan Mallofré fue el 4.983 en Mauthausen, donde estuvo cinco años. Resistió, pero no pudo regresar. Con un pasado comunista la vuelta a una España franquista no era una opción.
Serán diez piedras en El Vendrell para honrar la memoria de esas víctimas y para advertir de que la amenaza está preparada para volver. Diez piedras de homenaje.
Y para tropezar. Para mirar dónde se pisa y avanzar con la experiencia para no dar nuevos traspieses. Y al mirar agachar la cabeza en señal de respeto.

Esas piedras de la memoria comenzaron a colocarse en 1996 en Berlín y ya están en muchas ciudades de toda Europa.
En las casas
Las piedras se colocarán en las casas donde vivieron los vecinos deportados. En cada piedra una placa recuerda el nombre de la víctima con las fechas de nacimiento y año de deportación y el campo en el que estuvo. También si fue asesinado o liberado.
Las Stolperstein de El Vendrell serán las primeras del Baix Penedès. Son para Joan Aliau Turdiu, Joan Aliau Vilanova, Salvador Esvertit Forcada, Rafael Manuel Jané Borràs, Joan Mallofré Nin, Pere Recasens Riambau, Josep Rius Fortuny, Jaume Socias Figueras, Jaume Tous Salvó y Joan Vallvé Tusquellas.
Quedarían otras siete piedras pendientes como explica Maria Peña, coautora del libro Del Penedès als camps d’extermini nazis. Deportats de l’Alt Penedès, l’Anoia, el Baix Penedès i el Garraf.
La colocación de las piedras de la memoria seguirá un recorrido por las casas desde las nueve de la mañana. El acto acabará a las 12.00 en la plaza Nova con la participación de la cantante Marina Rosssell.

En 2005 una de las víctimas y que pudo sobrevivir al campo nazi fue Joan Mallofré, que explicó en una entrevista al Diari de Tarragona, cómo fue su paso por el infierno del campo de Mauthausen.
El proyecto Stolpersteine comenzó con el artista alemán Gunter Demnig (Berlín, 1947). Las primeras piedras se colocaron en Berlín en 1966 en recuerdo de las víctimas judías del nazismo que residían en el barrio de Kreuzberg. Desde entonces se han colocado más de 82.000 en todo el mundo.
Esas piedras se fabrican artesalmente en Alemania como gesto de respeto y humanidad.
Gunter Demnig reflexiona que «no tropezamos con los pies, sino con la cabeza y el corazón». Y que al leer la inscripción deba agacharse la cabeza en señal de respeto.