La zona de recuperación dunar y de vegetación litoral en las playas de Calafell, junto al puerto de Segur, presentan en los últimos día un color rojo intenso que ha sorprendido a muchos.
Junto al puerto de Segur se extiende esa manta rojiza que demuestra una recuperación que el concejal de Ecología Urbana, Arón Marcos señala que «es algo que supone mucha alegría por qué es la primera vez en muchos años que la vida vuelve a las playas».
Marcos explica que esa capa rojiza que cubre ese tramo de arenal es un fenómeno natural motivado por dos especies típicas del ecosistema playa. La Salicornia Ramosissima y la Maritime Suaeda. La llegada del frío hace que los carotenoides se acumulen en estas dos especies. La planta es normalmente verde y es en otoño cuando toma el color rojo.
Más allá de la espectacular imagen la importancia de esa imagen es que los carotenoides son pigmentos liposolubles ( sustancias solubles en grasas, aceites y otros solventes orgánicos) que generan algunos seres vivos que realizan fotosíntesis como plantas, bacterias e incluso algunos hongos.
Antioxidante
Pero además de que es un fenómeno natural que muestra la calidad ambiental, esa planta tiene un efecto antioxidante. «Estos compuestos son muy importantes para protegerse cuando los organismos realizan la fotosíntesis», como explica el concejal.
De hecho, en Francia la salicornia es un alimento considerado muy beneficioso y para reemplazar la sal en ensaladas. Al tolerar muy bien el agua salada en arenales costeros resiste y se hace harina para alimentar a la población. Con el debido tratamiento también se emplea medicinalmente por su alto contenido en yodo y magnesio. Su contenido es prácticamente agua y sales minerales y una importante concentración de fibra.
Marcos destaca que la presencia de la salicornia muestra que la recuperación ambiental iniciada en la playa ha dado resultado. «La recuperación de los ecosistemas de playa ha comenzado a luchar contra el problema de erosión pero también para recuperar la biodiversidad, a veces es un elemento que olvidamos».
La planta ha ganado terreno en un especio protegido y se ha asentado. Es un paso más de la recuperación ambiental que gana superficie yq h allegado de manera natural.
El concejal señala que hace muchos años que no se veía esa extensión de la planta en la playa de Calafell. «Es algo que debería verse como normal. Las playas son ecosistemas donde viven plantas y animales y que no impiden el turismo ni la actividad económica».
