La temporada de primavera 2022-2023 del Imserso ha llegado con fuerza a la Costa Daurada. La prueba de ello es que vuelven a ser más de una decena los hoteles de la demarcación los que acogerán este programa de viajes de la tercera edad en esta época del año.
En concreto, de los 11 establecimientos hoteleros que apuestan por ello, 8 están ubicados en Salou (Oasis Park, Best Da Vinci, Best Los Ángeles, Best Mediterráneo, Best Sant Diego, Best San Francisco, Calypso y HTOP Molinos Park), 1 en Cambrils (Best Cambrils), 1 en La Ràpita (La Ràpita) y 1 en Coma-ruga (Natura Park). En su gran mayoría son hoteles de cuatro estrellas, a excepción del Best Mediterráneo y del HTOP Molinos Park, que son de tres. Así lo han confirmado esta misma semana fuentes de la Associació Hotelera Costa Daurada i Terres de l’Ebre.
Cabe apuntar que durante la presente campaña, el número total de pensionistas que viajan con destino a Catalunya es de 106.322, una cifra importante pero aún por debajo del de otras comunidades como Andalucía (160.589), Comunitat Valenciana (155.099) o Baleares (141.389), aunque por encima de Canarias (88.650) o Murcia (21.877). Y lo que es más significativo, la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre son las que concentran una mayor demanda entre los que eligen Catalunya como destino. La razón cabe buscarla en la oferta; mientras que las costas de Barcelona y Girona solo cuentan con cinco hoteles cada una, la demarcación de Tarragona ofrece más del doble.
Otro dato significativo es que en la web de Mundiplan, la UTE integrada por Iberia, IAG7 Viajes y Alsa, hace ya muchas fechas en las que es casi imposible hacer reserva hotelera en la Costa Daurada para los viajes del Imserso. «Eso demuestra el ‘tirón’ que tiene nuestra zona para el cliente jubilado, que busca calidad en los hoteles, buen clima y numerosos alicientes durante su visita», explican fuentes del sector.
La nueva licitación, en junio
Los precios tan ajustados también han servido para reanimar la demanda de los pensionistas. Sin embargo, han sido también un campo de batalla entre el sector hotelero y el Imserso. Los márgenes de negocio se han ido estrechando tanto en los últimos tiempos que ha habido algunos establecimientos que han decidido renunciar al programa de viajes. Eduard Farriol, expresidente de la Associació Hotelera de la Costa Daurada i Terres de l’Ebre, recuerda que «el programa del Imserso cuenta con tres tipos de destinos o lotes: costas y península; islas y hoteles de ciudad y programa cultural», e incide en que «solo los últimos han subido un poco los precios». El debate que mantienen abierto desde hace años entre el Gobierno y los hoteleros por lo que estos últimos consideran «precios muy bajos para la oferta que damos en el Programa de Turismo Social» parece que puede llegar a solucionarse en poco más de mes y medio. «La nueva licitación del programa toca este año y será con mucha probabilidad para el mes de junio», añade Farriol, que cree que en esta ocasión «se va a alcanzar un acuerdo que supondrá un beneficio para el sector. Aún no se ha hecho el concurso y no se sabe tampoco el precio definitivo», asegura quien es uno de los responsables de esa negociación entre Ejecutivo y hoteleros.
La última adjudicación fue en 2019, cuando surgió el problema, «y se produjo una bajada temeraria de la licitación de los tres lotes a 45 millones de euros. Para esta nueva ya se habla de una subida a 71 millones, lo que redundará en beneficio de todos», asegura Farriol, que también quiere agradecer la comprensión por parte del secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, y de la secretaria de Estado de Turismo, Rosana Morillo.
Objetivo: desestacionalizar
El propio Farriol, al igual que otros hoteleros, apuntan a que uno de los grandes objetivos del programa del Imserso es «desestacionalizar». En muchos casos, los hoteles de la Costa Daurada cierran entre octubre y noviembre para reabrir con intervalos hacia Semana Santa. Por el camino, son varios los meses que quedan cerrados. De ahí que «buscamos otros motivos para tener abiertos los hoteles todo el año. Ahí están, por ejemplo, las competiciones deportivas que atraen a miles de jóvenes con sus familias. El objetivo es desestacionalizar para crear y mantener el empleo de nuestros trabajadores», remarca Farriol, subrayando que «un empleado que trabaja todo el año cotiza, paga impuestos y, por contra, no está en el paro, con lo que ello conlleva para el Estado». A ello, hay que sumar la interacción que supondría tener los hoteles abiertos todo el año con otros sectores, como el comercial. «En Salou, por ejemplo, muchos comercios cierran tras Navidad o en febrero y no vuelven a abrir hasta entrada la primavera», concluye el hotelero.
Mientras, los hoteleros de la Costa Daurada i Terres de l’Ebre siguen buscando fórmulas que atraigan al turismo todo el año. Aunque, de momento, el más fiel es el visitante del Imserso.
Los jubilados elogian la zona
«Mi marido y yo venimos a Salou. Preferimos hacerlo ahora, en primavera, cuando hace buen clima, solecito y se está muy bien», explica Aurora Velasco, jubilada, que asegura que lo hace «porque ahora hay menos bullicio que en verano y se está muy bien. Años atrás, habíamos venido en verano por nuestra cuenta y nos gustó Salou, pero había demasiada gente...».
Javier Márquez, también pensionista, alega otra razón por la que no eligieron Catalunya como destino en los últimos años: «El clima político aquí no parecía muy satisfactorio. Ahora parece que todo está más calmado. La verdad es que Costa Daurada en general es preciosa. Playas bonitas, sol, buena comida, gente amable... y cultura. Aquí no te aburres. Puedes visitar también un montón de sitios. A elegir. Desde la Tarragona romana, a una ruta gastronómica y enológica. Es estupendo».
Por su parte, los empleados de los hoteles elogian el comportamiento de este tipo de clientes. «Son, en su gran mayoría, respetuosos y atentos. Es un tipo de público que quiere disfrutar de una forma diferente a como lo hace el usuario de verano».
De momento, y a expensas de la nueva licitación del Imserso que debe mejorar las condiciones, son más los jubilados que apuestan por disfrutar de la primavera en la Costa Daurada.