Un traficante de drogas lituano de 43 años de edad ha ingresado en prisión tras ser localizado y detenido por la Policía Nacional en Cambrils.
Allí, con documentación falsa (un carnet de conducir), se hacía pasar por tatuador ocasional en uno de los negocios de la villamarinera. Ha sido el último de los oficios en los que había ejercido en esta fuga del país Báltico alertada en 2014.
Antes había realizado gestiones como reportero gráfico de drones, fotógrafo en Fitur o de ayudante en centros de veterinaria. Esta capacidad de cambiar de oficio y de residencia ha motivado muchos esfuerzos y pericia hasta dar con el sujeto.
La localización del fugitivo no ha sido nada fácil, admiten fuentes de la investigación de la Policía Nacional. Se sospechó de que había aterrizado en la provincia, pero las pistas recopiladas abrieron nuevas opciones en otras regiones españolas.
Sin embargo, el indicio que finalmente pudo dar con él fue la mascota que posee, un gato Esfinge, una raza que requiere de muchos cuidados (por la ausencia de pelaje). En las redes sociales se localizó a su mascota y de allí su paradero, en Cambrils. No fue fácil y hubo que contar con la colaboración ciudadana, pero al final se identificó al fugitivo y el lugar de trabajo.
El día en que se montó el dispositivo para su captura, el traficante de drogas lituano no estaba trabajando. Por suerte, tras una sere de llamadas y de recorrido, se le localizó en una terraza próxima tomando café.
Intentó engañar a los agentes al ser descubierto con la documentación falsa que llevaba encima, pero no lo logró. Tras pasar a disposición judicial, el hombre de 43 años está en la cárcel a la espera de que se le extradite a su país natal, Lituania. Los cargos que se le imputan y los detalles de su delito de tráfico de drogas no se han desvelado.