Las obras del Hotel Golden Costa Daurada de Cap Salou siguen dando que hablar. La última planta del establecimiento hotelero es la culpable de toda la polémica al respecto y que arrancó hace ya un par de años. Ahora, el vecino denunciante del caso ha decidido poner el caso en conocimiento del fiscal delegado de Medio Ambiente y Urbanismo, aportándole toda la documentación que posee para que se abran diligencias y se amplíe la investigación si fuese necesario. Àngel Abella, que se personó el viernes en la Fiscalía, habla de «sospecha de trato de favor» al considerar que no se ha efectuado la restauración establecida hace unos meses. Por su parte, el concejal de Gestió del Territori, Marc Montagut, considera que las obras atienden «a la restauración acordada» y que inicialmente quedarán como está actualmente dado que «es correcta»
Fue hace aproximadamente medio año cuando el Ayuntamiento de Salou, a raíz de la denuncia realizada por Abella, comprobó que las obras en el Hotel Golden Costa Daurada de Cap Salou no coincidían con la licencia otorgada primeramente y que, por tanto, deberían restablecerse los parámetros inicialmente estipulados.
El establecimiento hotelero ya adelantó al Diari entonces que eliminarían las cinco habitaciones de la última planta, procediendo a la restauración de dicha legalidad. El propio Hotel Golden Costa Daurada comenzó entonces a ejecutar los trabajos de demolición de su sexta y última planta construida de forma irregular (dado que sólo debía haber hasta la quinta planta) después de que el propio consistorio salouense concediera el pasado 19 de noviembre la licencia de obras para el derribo de dicho piso, su impermeabilización, aislamiento acústico y pavimentación definitiva del forjado, realización de estructura metálica para el soporte de la maquinaria de instalaciones y la colocación de la propia maquinaria.
Dos planos
Abella asegura que deberán restablecerse los parámetros inicialmente estipulados y que existen dos planos sobre dicha restauración: «uno es el que está aprobado en el POUM y otro que es el que dejó el hotel con las modificaciones a su entender», que sería el que se ha ejecutado y dado por bueno, según él. Es decir, «están rehabilitando como indica el plano que llevó Prohoteles Salou al Ayuntamiento, no como el que llevó a la Comissió d’Urbanisme».
En un documento del consistorio se establece que el establecimiento «deberá justificar el techo final del edificio» que no podrá ser superior a 5.610,01 metros cuadrados, por lo que «se incoa un expediente de restauración de la legalidad urbanística infringida así como el correspondiente expediente sancionador». Dicho documento del consistorio salouense tenía fecha del 24 de febrero del año pasado.
Tratando de recibir más información al respecto de cómo evoluciona el tema, Abella solicitó tanto al concejal del área como al alcalde de Salou un documento por el que solicitaba «que me hicieran llegar el informe topográfico del hotel de las alturas de los bloques A y B», señalando que «actualmente se ha derruido la mitad de la planta sexta y la otra mitad no parece que la vayan a derruir. Espero que no tenga lugar la primera ocupación del establecimiento hotelero». En la misiva, solicita al Ayuntamiento que «se basen en el plano aprobado por la Comissió Territorial d’Urbanisme de Tarragona y no en el que tienen ustedes del propietario del hotel».
El vecino llevó toda la documentación de que dispone a la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de Tarragona para ponerla a su disposición por si entendiera de algún posible delito, siendo recibido por el propio fiscal delegado.
Hace también ahora un año el consistorio aseguró que «disponía del estudio topográfico que se encargó desde el Ayuntamiento» y que se estaba trabajando «en buscar la manera de llevar a cabo la restauración de la legalidad urbanística infringida».