Hace algo más de 40 años que frente a la playa de Cunit se colocaron unas barreras de piedras paralelas a la costa con el objetivo de frenar la fuerza de las olas y evitar una erosión que ya era evidente.
Con los años esas barreras han favorecido una configuración de la playa en forma de calas que la hace singular. También peligrosa ya que en días de mala mar en los extremos de las barreras de piedra se forman unos fuertes remolinos.
En todo caso si se respeta la señalización de mala mar no ha de haber peligro y esas calas son muy apreciadas por los vecinos ya que forman unas tranquilas balsas. Y son muchos quienes las ven como un símbolo.
En los últimos años esos espigones han tenido que reforzarse porque algunas piedras cedieron y ya no sólo no frenaban las mareas, sino que incrementaban su fuerza sobre la arena.
Pero Cunit sigue siendo azotada por los temporales y la pérdida de arena, muy agravada en algunos puntos. Los efectos del puerto de la antigua central térmica acentúa esa acelerada erosión.
Hace unos días en concejal de Ecología Urbana de Calafell, Aron Marcos, urgía al Ministerio de Transición Ecológica para desplazar arena acumulada entorno al puerto de Coma-ruga a la zona de Segur de Calafell y Mas Mel. Marcos defiende que ese sedimento es el arrastrado por el mar en Calafell y que retiene el puerto de Coma-ruga.
Pero Marcos también apuntaba que la arena acumulada en del puerto de Segur no podía enviarse a las playas de Cunit. A pesar de que Cunit ya solicitó esa aportación.
El teniente alcalde de Cunit, Jaume Casañas ha salido en este sentido a reclamar el mantenimiento de los espigones del municipio como medida para evitar la pérdida de arena y reclama que deben mantenerse.
«Lo que haga Calafell o El Vendrell nos afecta a Cunit» y reclama que «primero que quiten los puertos y luego los espigones. No podemos mantener los puertos y que Cunit quite los espigones y que acabemos pagando el pato».
La térmica
Casañas sin embargo es pragmático en cuanto a los puertos. «Entiendo que no se pueden quitar», pero reclama acciones en las localidades que sufren por tener puertos cercanos. Y Cunit es de ellas, entre los de la térmica de Cubelles y el de Segur.
Casañas también reclama mantener los espigones cuando no debe faltar mucho para que el Ministerio de Transición Ecológica decida qué hacer con el puerto de la antigua central térmica de Cubelles.
Para esa infraestructura hay varias posibilidades. Desde la retirada total y que se liberen los millones de m3 de arena acumulados durante décadas para que se resitúen de forma natural en la costa, a mantenerla tal y como está o derribar sólo una parte como planteó Endesa, propietaria de ese puerto que era una toma de agua para refrigerar a os sistemas de la central.
En ese planteamiento también se puso sobre la mesa el futuro de los espigones de Cunit. La alternativa de retirarlos levantó el rechazo en parte de la población y de los grupos políticos del gobierno local.