«Muy buenas palabras, pero pocos hechos. Por no decir que se ha actuado en la línea contraria masificando las aulas y disminuyendo los recursos humanos», señala una moción aprobada por unanimidad por el Ayuntamiento de Cunit. El consistorio reclama a Enenyament de la Generalitat una actuación urgente para evitar la saturación de los centros educativos del municipio.
El Ayuntamiento pide a Ensenyament que «deje de actuar sólo cuando hay urgencias» y que «planifique como mínimo a cinco años vista». Los recortes de líneas en los centros educativos han llevado a una saturación de las aulas difícil de gestionar.
Por unanimidad, el consistorio reclama de urgencia crear una nueva línea para todos los cursos, desde P3 a sexto, en uno de los colegios de primaria en el próximo curso. También incrementar este mismo curso una unidad al nivel de P5.
El problema es el incremento de estudiantes y, según el Ayuntamiento, una falta de planificación ya que la Generalitat recortó las líneas.
Otra demanda es tener un nuevo instituto. También ampliar la oferta de los módulos impartidos en el municipio para mejorar las posibilidades de que los estudiantes encuentren empleo. El control de las demandas y de la situación educativa exigiría de la creación de una Oficina Municipal de escolarización (OME).
En Cunit hay tres escuelas y un instituto. Los colegios, entre los que hay uno de máxima complejidad, hasta el curso 2013-2014 tenían dos líneas cada uno. Pero desde el 2014-2015 y con una argumentada «optimización de recursos» por parte de la Generalitat, la escuela Pompeu Fabra comenzó este curso con una línea menos en P3. En 2015-2016 la reducción fue en la escuela Cossetans.
La situación ha disparado la ratio de alumnos por aula. En el Pompeu Fabra, que es de máxima complejidad, la ratio está reducida desde 2016-2017 a 22 alumnos.
Urge la situación del Pompeu Fabra al ser de máxima complejidad y que en los últimos años ha pasado de tener dos líneas a sólo una. El centro tiene un 44% de alumnos de origen magrebí y otro 11% de oros países. El resto mayoritariamente proceden del área metropolitana de Barcelona «que la crisis ha expulsado a las segundas residencias y que además muestran una fuerte desestructuración», según el Ayuntamiento. El centro cuenta con una Unitat de Suport d’Educació Especial (USEE) y un aula de acogida.
El Ayuntamiento destaca además la elevada matrícula viva en las escuelas. Entre el 1 de septiembre y el 15 de enero fue de 59 alumnos ( 24 en el Pompeu Fabra, 19 en Sòlcunit y 16 en Cossetans). Ello lleva a incrementar la ratio de las clases con una media de 9 alumnos por encima de lo recomendado. La situación más urgente es en las de los alumnos de cinco años.
Instituto
El instituto Ernest Lluch no está en mejor situación por la «sobrecarga» de alumnos. Fue diseñado para tener 4 de ESO y 3 de post obligatoria (20 grupos), pero ahora hay 5 de ESO y 6 de post obligatoria (26 grupos), además de cuatro aulas abiertas. La situación obliga a destinar aulas específicas para dar clases y afectó a la ratio de alumnos y a la movilidad de los estudiantes durante la jornada.
El Ayuntamiento pide una Oficina Municipal de Escolarización que organice la acogida del nuevo alumnado, detecte a los alumnos con necesidades educativas especiales y estudie una zonificación escolar.
La moción aprobada por el Ayuntamiento señala que «existe en la comunidad educativa y en el mismo consistorio la sensación de que el Departament d’Ensenyament de la Generalitat no tiene la suficiente sensibilidad hacia la situación de la educación pública de nuestro municipio». Y añada que «y menos teniendo en cuenta el momento de crisis social y económica en el que estamos cuando es ahora que se necesitan más recursos para garantizar una enseñanza de calidad».
El Ayuntamiento lamenta que no se valore el esfuerzo de la comunidad educativa. Valora la nueva dirección de los Serveis Territorial de Tarragona por las visitas realizadas, pero espera que den resultado.