Cerca de 200 alumnos de diferentes cursos de las escuelas Cal·lípolis de Vila-seca, Marinada de Cambrils, Antoni Roig de Torredembarra y Antoni Ballester de Mont-roig del Camp estudiarán los desechos marinos que se encuentran en la costa tarraconense.
Lo harán a través del proyecto #CleanUpwithGoodKarma2025, que recopila datos sobre la basura del litoral y los comparte con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para su análisis.
Los escolares recogerán, en concreto, restos en la playa de La Pineda, la D’en Forès, la Dels Muntanyans y La Pixerota; y los clasificarán usando ciencia ciudadana. Intervendrán en 100 metros lineales de arena, con todo su ancho. Y realizarán controles de la situación cuatro veces a lo largo del año, una vez por estación: en febrero, abril, junio y diciembre. La experiencia se lleva a cabo por segunda vez.
En 2024, los alumnos sacaron de las playas de la Costa Daurada 16.473 residuos (el recuento ya no se hace al peso, sino por objetos).
El top 10 de los desechos marinos lo coparon pequeñas piezas de plástico de menos de 2,5 centímetros (7.091 residuos), colillas (4.826), piezas de plástico de hasta 50 centímetros (1.267), otros objetos y piezas de vidrio (1.005), bolsas y palos de chucherías (458), tapas y tapones (230), bastoncillos de los oídos (199), toallitas húmedas (194), fragmentos de papel (134), espumas y esponjas (128) y latas de bebidas (102).
Alrededor del 87% de la basura que se encontró entonces era de plástico, un 6% de cristal y otro 3% correspondía a residuos higiénicos, concepto que engloba preservativos y sus envoltorios, toallitas húmedas, salvaslips, compresas, tampones y bastoncillos. Entre los objetos había también cajas de pescado, tuberías, bidones, boyas y flotadores, paquetes de tabaco, palés, botes de pintura, pilas e incluso aparatos eléctricos.
En los talleres que realizan en las playas, los jóvenes de #CleanUpwithGoodKarma2025 clasifican y contabilizan la basura, e introducen la información recabada en una app que enlaza con el Ministerio, dentro del programa de basuras marinas BM-1. El BM-1 compara el estado de las diferentes playas españolas para calcular tendencias y establecer medidas orientadas a reducir las basuras que llegan al medio marino.
«Inciden en decisiones políticas»
Lo que estos niños y niñas de escuelas de la Costa Daurada hagan durante el proyecto, «tiene un impacto real» porque servirá luego para «tomar decisiones políticas relacionadas con la preservación del fondo marino», tal como indica Albert Font de Rubinat, coordinador del #CleanUpwithGoodKarma2025.
La iniciativa, en la que las únicas escuelas participantes son estas cuatro de Tarragona, ha recibido de la Diputació de Tarragona una subvención de 21.912 euros.
Los residuos que llegan a la costa «van cambiando a lo largo del año», tanto en su composición como en la cantidad. Y «hay diferencias entre zonas». Por ejemplo, en la playa de La Pineda suelen aparecer bastantes más pellets que en otras», señala Font de Rubinat.
Después de revisarlos, los estudiantes reciclan los desechos en los casos en los que es posible hacerlo. Y pueden comprobar, también, la repercusión directa de su tarea en el medioambiente. Por ejemplo, en 2024, en la primera salida del año, los alumnos de la Escola Cal·lípolis de Vila-seca generaron un ahorro de 214,5 litros de agua, 7,5 kWh de electricidad y evitaron la emisión de 0,3 kilos de CO2.
