El Ayuntamiento de Cambrils ha dado por finalizada la prueba que ha llevado a cabo los últimos cinco días para eliminar la gran concentración de vendedores ambulantes ilegales en el paseo marítimo del Cap de Sant Pere.
Desde este pasado martes, se han retirado las barreras que cerraban el paso en el tramo final del paseo, en el límite con Salou y, horas después, el ‘top manta’ ya había vuelto a invadir las aceras del paseo.
La estrategia del Ayuntamiento pasaba por instalar vallas que cortaban el paseo desde la calle Andròmeda hasta el límite del término municipal. Eso, sumado a la presencia policial constante, ha hecho que en los últimos días hayan desaparecido las mantas con productos ilegales en esos 200 metros de paseo.
Una estrategia que desde el consistorio cambrilense han valorado positivamente, asegurando que «producto de la presión de los últimos días, el efecto negativo de la presencia de manteros se ha moderado por haber dispersado una parte importante de ellos».
Así, desde el Ayuntamiento afirman que «se ha reducido significativamente el número de manteros», que cifran en 80. Además, consideran que «a pesar de las mantas extendidas en el paseo, los peatones tienen espacio para pasear»,
Fuentes del gobierno local detallan que volverán a cerrar el paseo otros días este verano, «cuando se disponga de nuevo del acompañamiento de Mossos d’Esquadra». Asimismo, aseguran que mantendrán las inspecciones en la búsqueda de material falsificado.
Este miércoles, decenas y decenas de vendedores ilegales se han vuelto a apostar en el lado más próximo a la playa, algunos inclusos con mesas, a lo largo de más de 500 metros. La vuelta de los manteros ha provocado las quejas de vecinos y paseantes, que lamentan la pérdida de espacio para los peatones.
A la presencia de manteros, se suman las jardineras instaladas por el Ayuntamiento, las terrazas de algunos negocios y el carril bici. Una situación que obliga en muchos tramos a tener que caminar por el carril bici para poder avanzar.