El gobierno de Calafell llevará al pleno una ordenanza para regular el uso de la pirotecnia. Además de establecer horarios y días, contempla la prohibición de uso en fiestas particulares o para celebrar victorias deportivas y fija los lugares donde podrá usarse con autorización.
Antes del debate en el pleno prepara una consulta pública para que vecinos y entidades puedan mostrar sus opiniones. El gobierno, que tiene mayoría suficiente, cuenta con los votos para una norma que prepara desde hace más de un año.
El argumento es que el uso de petardos y cohetes sin una regulación genera molestias a personas y animales, además de ser nociva para el medio ambiente.
Símbolo, pero
El texto de la ordenanza reconoce que la pirotecnia es un símbolo de fiesta, «pero no para todo el mundo es así», por lo que pretende «encajar las tradiciones a la realidad con el objetivo de la inclusión, protección animal y preservación del medio».
El escrito señala que hay alternativas «para mantener la magia» pero reduciendo los efectos nocivos. En este sentido apunta a la pirotecnia de baja intensidad sonora, al uso de la que exclusivamente es lumínica, la tecnología láser o los drones.
El planteamiento de la regulación genera debate entre quienes señalan que cohetes y petardos son un elemento vinculado a la fiesta y los que advierten que tienen una afectación para personas con hipersensibilidad auditiva o con trastorno del espectro autista, además de para los animales.
Excepciones
En el debate también está el que en el municipio hay fiestas y entidades que tienen su esencia en el uso de pirotecnia. En este sentido el gobierno explica la intención de regular con motivo de acontecimientos públicos y privados y que se exceptúa la prohibición «si hay autorización del Ayuntamiento previo a la fiesta».
Las autorizadas serán en los mismos días de las fiestas y lo más alejado de zonas residenciales, espacios naturales, y playas. Establece que «si es necesario se alejará a las persona sensibles o a los animales de las zonas cercanas a los ruidos».
Las entidades autorizadas deberán usar material de baja sonoridad y el horario será de 12.00 a 23.00.
¿Dónde?
Además se establecen unos puntos del municipio donde podrá lanzarse pirotecnia con previa autorización. Son en el aparcamiento de la Bòvila (núcleo del pueblo), plaza Mil·lenari (paseo marítimo), puerto de Segur, aparcamiento del antiguo hotel Segur, el solar de la calle Nin con el paseo de la Unió, en la calle Masia de la Sínia y en la avenida Central.
La ordenanza incluye puntos difíciles de hacer cumplir a no ser que haya denuncias. Determina que lanzar petardos o cohetes queda «prohibido en domicilios privados y en espacios públicos de fiestas privadas grupales o multitudinarias», ya sean celebraciones de amigos o por victorias de equipos deportivos.
Sanción puede ser de 1.000 euros o tareas comunitarias para el bienestar animal y en caso de reincidencia de 6.000 euros. La sanción para el dueño de la finca, el alquilador o quien haya iniciado la fiesta.
Autismo
La regulación de la pirotecnia se planteó hace un par de años en Calafell por iniciativa de un grupo de vecinos que recogieron firmas y las presentaron al Ayuntamiento.
El impulso fue por la afectación que petardos y cohetes tienen para los animales. Coincidió también con la muerte de una perra en Cunit a causa de los petardos que se lanzaron cerca de su casa durante las fiestas mayores por parte del Ayuntamiento, que pidió perdón a la familia y aseguró que revisaría el uso de pirotecnia.
A la petición de regular el uso de la pirotecnia se han sumado familias de personas con espectro autista (TEA), para quienes esos ruidos tienen una gran afectación. El ruido de un petardo supone un impacto excesivo que genera alteraciones.
Estas personas tienen una hipersensibilidad sensorial, especialmente ante los sonidos, pero también a los impactos lumínicos, por lo que padecen con los fuegos artificiales de manera muy intensa.
Ferias
En este sentido hace unos años que muchos ayuntamientos también han establecido horas en las que las que las atracciones de feria de las fiestas mayores trabajan sin música ni bocinazos para que los niños con TEA también puedan disfrutar de unas experiencias a las que no pueden acudir por los fuertes impactos sonoros que emiten.
También los perros sufren por los cohetes y petardos provocándoles paralización, temblores e intentos de escapar además de repercusiones psíquicas o físicas. Los perros tienen un oído más sensible a los sonidos por lo que las explosiones inesperadas les suponen un gran impacto.
Los propietarios de animales también llevan mucho tiempo reclamando una regulación del uso de la pirotecnia para evitar esos daños.