El retorno de Semana Santa ha dejado una víctima mortal en la red viaria catalana, según ha informado el Servei Català de Trànsit (SCT). Desde el mediodía del domingo 20 de abril hasta las 19:30 h de este Lunes de Pascua, han regresado al área metropolitana de Barcelona 531.000 vehículos, lo que representa el 91,6% de los 580.000 desplazamientos previstos.
El único accidente mortal se produjo este domingo por la mañana en la AP-7 a la altura de Vilablareix (Gironès). Un turismo que circulaba de forma temeraria embistió a varios vehículos, causando la muerte de un conductor y dejando varios heridos, dos de ellos en estado crítico.
El retorno del domingo fue el más intenso de los últimos cuatro años, y se estima que unos 55.000 vehículos anticiparon su regreso. Esta situación provocó importantes retenciones en varias vías principales, como la AP-7, A-2, C-14, C-16, C-17 y C-32.
Este lunes también se registró una jornada de circulación densa, especialmente durante la mañana, debido a un accidente en la AP-7 en Santa Oliva y en el tramo tarraconense de la autopista. No obstante, la anticipación del retorno por parte de muchos conductores ha hecho que las retenciones disminuyeran significativamente a partir de las 18 h. También se destaca un accidente en la AP-7 en Freginals, que obligó a cortar momentáneamente la vía, así como puntos de lentitud en la A-2 en Tàrrega.
Las medidas especiales adoptadas por el SCT han funcionado de forma efectiva. Entre ellas, la apertura de carriles adicionales en la AP-7, que permanecieron operativos hasta pasada la medianoche del domingo, y las restricciones al tráfico de vehículos pesados, que contribuyeron a una mejor fluidez.
Los Mossos d’Esquadra han supervisado el cumplimiento de estas restricciones, imponiendo más de 250 sanciones entre el domingo y el lunes, e incluso obligando a detener y aparcar vehículos pesados en la AP-7.