Nitricomax aumenta producción en Tarragona

Este grupo especializado en voladuras, cartuchos de caza de uso deportivo y productos para la defensa estudia ampliar el 'portfolio' de su fábrica de La Canonja

19 mayo 2017 21:31 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:10
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Grupo Maxam, propietario de la empresa química Nitricomax está estudiando ampliar la gama de productos que se fabrican en La Canonja. La compañía no ha querido concretar aún hacia dónde evolucionará su portfolio ni qué desembolso supondrá pero sí que su comité directivo tiene diferentes propuestas encima de la mesa y que aunque la planta del polígono petroquímico sur es una de sus más recientes incorporaciones, las inversiones no se detuvieron con su compra. De hecho, desde que hace dos años el grupo adquiriera a Ercros su planta de ácido nítrico para garantizarse una materia prima clave de la mayor parte de los productos explosivos que fabrica para los sectores de minería, canteras e infraestructura, el centro de La Canonja ha más que doblado su capacidad de producción.

En concreto, la firma ha aumentado un 50% su capacidad productiva de ácido nítrico concentrado (utilizado principalmente dentro de Maxam para la fabricación de explosivos ni que también tiene aplicaciones en la producción de poliuretanos como espumas de relleno, parachoques o teclados de ordenador), y un 80% la de ácido nítrico diluido (empleado en la producción de fertilizantes, la conservación de sistemas de riego por goteo o la industria de alimentación como agente desinfectante).

Buena parte de la mejora productiva se logró coincidiendo con la parada anual de mantenimiento del año pasado. Unos trabajos que se prolongaron seis semanas, frente a las cuatro habituales, y que además de las típicas tareas de mantenimiento sirvieron para lograr una mayor eficiencia energética y productividad.

La planta, que tiene una producción superior a las 40.000 toneladas anuales, es un activo para el grupo ya que le proporciona una materia prima básica para su negocio.

 

División química

La fábrica forma parte de la división Chem de la compañía que cuenta en este ámbito con otros dos centros productivos, en este caso de nitrato amónico: uno en Mazingarbe (noreste de Francia) y destinado al mercado europeo y otro en Chirchiq (Uzbekistán), enfocado a la exportación a los principales mercados mineros de Asia Central.

 

Explosivos civiles

Además de la unidad de negocio de química, el grupo tiene otras cuatro. En primer lugar, la de explosivos civiles y sistemas de iniciación, que produce explosivos encartuchados, a granel y sísmicos, detonadores, cordón detonante, mechas y servicios de carga para la minería, el sector público, canteras e infraestructuras, que supone el 74% de los ingresos de la compañía y donde es primera en Europa y segunda a nivel mundial.

La segunda principal área de negocio de la firma está relacionada con los productos y servicios para la industria de defensa. En este ámbito, la compañía es líder en Europa en destrucción, recuperación y reciclaje de todo tipo de municiones y explosivos, así como la descontaminación y limpieza de suelos de uso militar o zonas de conflicto. Por otro lado, la empresa fabrica cartuchos y pólvoras de caza de uso directivo, área en que es la primera a nivel mundial con más de 500 millones de cartuchos anuales. Por último, se halla la unidad de energía y medio ambiente, que entre otros, convierte residuos neumáticos y polímeros en energía eléctrica y termal mediante un sistema de cogeneración.

El grupo, que facturó en su último ejercicio 1.100 millones de euros, está presente en las principales áreas mineras del mundo con instalaciones fabriles en más de 45 países y con ventas en más de cien en los cinco continentes y con un total de más de 6.500 empleados.

 

Alfred Nobel, en los orígenes

El grupo tiene su origen en la Sociedad Española de la Dinamita, fundada en 1872 por el emprendendor y empresario químico sueco Alfred Nobel, inventor de la dinamita. Fue una de las muchas compañías que, con su patente como aportación al capital social y junto con otros socios locales, creó en distintos países. En España a la firma de Alfred Nobel le seguirían diversas (entre ellas la Sociedad General de Explosivos, Santa Bárbara o la Nueva Manresana). Nueve se unieron en marzo de 1896 para crear Unión Española de Explosivos (UEE), que progresivamente fue ampliando su producción y se adentró en la actividad de defensa y la fabricación de cartuchería deportiva y de caza.

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