El anuncio de Covestro que cerrará la planta de MDI en La Canonja en 2017, crea malestar en el sector por la repercusión que puede generar en otras empresas del polo químico. Lo alertaban los sindicatos el mismo viernes, tras conocerse la decisión, pero es que hace un par de años que la Química muestra señales de vulnerabilidad.
En su decisión, Covestro alegó que «a largo plazo, Tarragona no resultaría competitiva como centro de producción». Y ayer la directora general de la Associació Empresarial Química de Tarragona, Teresa Pallarès, recordaba que «es el discurso que hemos mantenido desde la constitución de ChemMed, hace dos años». Pallarès reconocía que «hay carencias de competitividad, básicamente en torno a la electricidad, ya que aquí somos un 25% más caros que en otros sitios de Europa, pero también por culpa de las infraestructuras».
Para la directora general de la asociación que representa las empresas del sector químico, el caso Covestro «da argumentos para decir que nos estamos esforzando buscando nuevas inversiones y que se nos escuche». Las empresas reivindican que se transponga la directiva europea que permita la creación de redes cerradas, un paso que el Gobierno no ha autorizado.
La patronal química cree que «aún es temprano» para conocer la afectación que tendrá sobre otras empresas del territorio, algunas de las cuales son clientas o proveedoras de la antigua Bayer. Pallarès afirmó que «no puedo decir que no pasa nada. Dentro del discurso de clúster hemos evidenciado que las industrias forman parte de una cadena de valor, por tanto, es evidente que hay una relación directa entre unas y otras». Y añadió «desde el sector trabajaremos para que el encaje sea el más óptimo posible».
Una carta a la dirección
Por su parte, el alcalde de La Canonja, Roc Muñoz, se niega «a pensar que sea el inicio del declive de la industria». El máximo representante del municipio afectado aseguró que no quiere «ser pesimista», aunque reconoció que la destrucción de 120 puestos de empleo «es una pésima noticia».
El edil socialista explicó que, cuando llegaron los primeros inputs que alertaban del futuro de esta planta, envió una carta a la dirección de Covestro en Alemania. «Les manifestaba que la relación con la química siempre ha sido magnífica y que, como administración, siempre nos habíamos volcado para conseguir responder con agilidad a sus requerimientos». Por ello, el alcalde apuntaba que «la decisión no es económica, hay otros factores que han afectado y esto me desagrada profundamente».
Para el próximo miércoles está previsto que tenga lugar una reunión entre la dirección de Covestro en Tarragona y el comité de empresa. Será el primer encuentro desde que el viernes al mediodía esta sociedad, que en un 69% sigue participada por Bayer, anunciara el cierre de la unidad de MDI.
Covestro que, bajo la marca Bayer fue una de las primeras empresas químicas en establecerse en el polo químico de Tarragona, mantendría las unidades de servicios y poliuretano. La multinacional alemana emplea cerca de 250 trabajadores en un site que comparte con Kemira, Bertschi y Elix Polymers.
