Este año está declarado por la Generalitat de conmemoración del 50 aniversario del discurso de Pau Casals en la sede de las Naciones Unidas que comenzó con el recordado «I’m a catalan».
Ese día se estrenó el considerado himno de la organización. No es oficial, pero es el reconocido a nivel mundial y que compuso Casals. Fue el secretario general de la ONU, Sithu U Thant (1909-1973), quien planteó que la organización tuviese himno. Encargó a Casals, ya un ejemplo de lucha por los derechos humanos, que compusiese una pieza inspirada en el preámbulo de la carta de la ONU.
Casals consideró imposible una composición con aquel documento. U Thant propuso al poeta inglés Wyston Hugh Auden (1901-1973) que crease un texto inspirado en la paz. Casals y Auden no se conocían pero de su colaboración surgió una pieza símbolo de concordia.
Medalla de la paz
Fue un 24 de octubre de 1971, coincidiendo con la entrega de la Medalla de la paz a Pau Casals en la sede de la Asamblea General de Nueva York, que se presentó la composición.
La interpretó la Orquesta del Festival Casals bajo la dirección del propio creador. Casals pronunció un discurso sobre la paz, la concordia y la catalanidad que comenzó con el «I’m a catalan».
1958 y 1963
Era la tercera ocasión en que Casals acudía como invitado a la sede de Naciones Unidas. Antes fue en 1958 y 1963. De cada asistencia se recuerdan sus mensajes.
La primera fue en verano de 1958. Casals, junto al médico, filósofo y músico Albert Schweitzer, reclamó a los gobernantes americanos y rusos que paralizasen la escalada armamentística y las pruebas nucleares.
Fue invitado por el secretario de la ONU, Dag Hammarskjöld, a participar en el concierto conmemorativo del 13 aniversario de las Naciones Unidas. Entonces Casals había silenciado su música en protesta por la pasividad de los aliados ante la dictadura de Franco.
Aceptó tocar ya que consideró que Naciones Unidas era un espacio neutral. Hacía 30 años que no tocaba en Estados Unidos, pero era el foro para llamar a la paz.
«Las naciones más poderosas tienen el deber y la responsabilidad de mantener la paz. Confío profundamente que las grandes masas de estos países desean la comprensión y cooperación entre todos los hombres», dijo.
En ese momento Casals comenzó a ser símbolo de la paz mundial. Su intervención se transmitió a 75 emisoras de cinco continentes y la CBS lo emitió por televisión. «Es hora de que los gobiernos y quienes tienen autoridad pongan hilo en la aguja para que este deseo no resulte imposible. Las Naciones Unidas son la esperanza para conseguir la paz y hay que darles la autoridad necesaria para que actúen en beneficio nuestro», concluyó.
Casals regresó a Naciones Unidas en 1963 invitado por el secretario L U-Thant para dirigir el Oratorio del Pessebre con la Orquestra del Festival Casals y el Coro de la orquesta de Cleveland. Fue presentado como «un gigante de la música» y «como un campeón de la paz y los derechos del hombre».
El Pessebre se había estrenado en diciembre de 1960 en Acapulco en agradecimiento al país que acogió a exiliados españoles. Dos años después Casals llevaría la obra por todo el mundo. La música sería su arma y los beneficios serían para causas humanitarias.
«La música debería ser una fuente de comunicación entre los hombres. Otra vez exhorto a mis colegas músicos de todo el mundo a que pongan la pureza de su arte al servicio de la humanidad con el objetivo de unir a todos los pueblos con lazos fraternales», dijo. «Una cruzada personal. Que cada uno de nosotros, en la medida de nuestras posibilidades, contribuya como le sea posible a conseguir este ideal».
El discurso
En 1971 U-Thant pidió la composición del himno. Se estrenó el 24 de octubre de 1971. Ese día Casals recibió la Medalla de la Paz y pronunció uno de sus discursos más emotivos. Llevaba fuera de Catalunya más de 30 años.
«Estoy muy emocionado... Este es el honor más grande que he recibido nunca porque habla de lo que toda la vida he sentido y me ha inspirado. Mi madre, una mujer excepcional, comenzó a hablarme de paz cuando yo era un niño, ya que en aquel tiempo había muchas guerras y yo nací en medio de una guerra. Por este motivo todo lo que viene de las Naciones Unidas va directamente a mi corazón», dijo Casals.
Tras el concierto tocó el Cant dels Ocells. «Hace muchos años que no toco el violoncelo en público, pero creo que he de hacerlo en esta ocasión. Voy a tocar una melodía del folklore catalán. El Cant dels Ocells. Los pájaros cuando están en el cielo van cantando: paz, paz, paz. Es una melodía que Bach, Beethoven y todos los grandes habrían admirado y querido. Y además, nace del alma de mi pueblo, Catalunya».