Calles y plazas vacías despidieron anoche un año al que casi todos teníamos ganas de decir adiós y dieron la bienvenida a 2021 con un mensaje de esperanza, como el que trasmitió la actriz Ana Obregón antes de que el reloj de la Puerta del Sol diera las doce campanadas.
"Esta noche -dijo- quiero mandar un mensaje de esperanza. Sé que muchas personas que están en casa han pasado un año difícil y se identifican conmigo porque también han perdido a un ser querido. Esta noche, cuando suenen las 12 campanadas, sé que los vamos a recordar. Sé que vamos a mirar al futuro con la convicción de que juntos, pero con mucha responsabilidad, saldremos de este túnel".
Muy pocas personas pudieron entrar anoche a la Puerta del Sol para escuchar antes de las doce la interpretación por Nacho Cano de la canción de Mecano "Un años más", dedicada ayer a las víctimas de la pandemia del coronavirus.
Después, en una vacía plaza en la que otros años han llegado a estar hasta 18.000 personas, el reloj más conocido de España dio las doce campanadas, retransmitidas como cada año por las diferentes cadenas de televisión.
Y como cada año -en eso seguro que esta Nochevieja ha sido igual que la pasada-, muchos españoles habrán tenido curiosidad por ver el vestido rompedor con el que cada año sorprende Cristina Pedroche, que anoche dio las campanadas en Antena 3 junto al cocinero Alerto Chicote.
Pues quienes eligieron esa cadena vieron a Pedroche luciendo un diseño con dos piezas: primero un abrigo que simula un edredón deconstruido y después un micro vestido joya, ambos de Pedro del Hierro.
Pero anoche la protagonista fue Ana Obregón, que junto a Anne Igartiburu, quien lleva 16 años seguidos sin faltar a esta retransmisión, dio las campanadas para TVE.
Con un vestido largo de alta costura blanco y drapeado en diagonal, de Alejandro de Miguel, Ana Ogregón recordó a su hijo, fallecido en 2020, con una frase que él le decía: "Lo más importante en esta vida es dedicar tiempo y amor a las personas que quieres".
En la Nochevieja más extraña de nuestras vidas, quizá hayamos dedicado más tiempo a nuestros seres queridos que otros años. La pandemia y la responsabilidad nos ha dejado en casa.
Y eso se ha notado también en las incidencias, que en el caso de la capital se han reducido a la mitad respecto al año anterior.
Menos reyertas y agresiones, apenas accidentes de tráfico y muy pocas intoxicaciones etílicas resumen el balance de sucesos de una Nochevieja que por primera vez no deja en la Puerta del Sol y su entorno las toneladas de basura que cada año tienen que recoger los servicios municipales de limpieza.
