Los candidatos al 12M vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de una mejor financiación en el debate de RAC 1 y La Vanguardia.
Con reproches y matices que los separan, PP, Comuns, ERC, PSC y Junts se han comprometido a trabajar.
Vox y Cs, en cambio, los han criticado la herencia de los diferentes gobiernos en Catalunya y el Estado, mientras que la CUP pide a los partidos independentistas pasar página y hablar de autodeterminación.
En este sentido, la posibilidad de un nuevo referéndum ha estado nuevamente un espacio de fricción. En el bloque de pactos, Salvador Illa, ha «descartado» el apoyo del PP para ser presidente, mientras que Josep Rull insiste en la necesidad de un acuerdo de fuerzas soberanistas, y Pere Aragonès fía el acuerdo al programa de gobierno.
Albiach ha defendido que el suyo es el único partido que «no se ha movido de pantalla» en relación al referéndum, pero ha avisado que mientras este no sea posible se tiene que seguir trabajando para mejorar el autogobierno y por un sistema de financiación «justa» que supere «la barbaridad y la anomalía» que se vive actualmente.
También desde el PP, Alejandro Fernández ha dicho que se quiere trabajar para mejorar la financiación catalana, y ha recordado que de los tres acuerdos que se han hecho con el Estado a lo largo de los años, dos han estado con gobiernos liderados por los populares. Fernández ha defendido el PP como un partido que «llega a acuerdos» pero pide respeto por parte de los independentistas.
El candidato de ERC, Pere Aragonès, ha afirmado que defender Catalunya y una mejor financiación es una «obligación», a pesar de esto implique «molestar» a la Moncloa, en un dardo directo al candidato socialista, Salvador Illa, que lo ha respondido diciendo que siempre defiende los intereses que le encomienda la ciudadanía, si bien no esconde que es partidario de la «colaboración».
Al mismo, tiempo, Illa ha vuelto a prometer un consorcio tributario con el Estado para recaudar impuestos. Con todo ha insistido que la prioridad tiene que ser «desplegar y aplicar» las herramientas que hay al alcance para ofrecer unos mejores servicios públicos a la ciudadanía. El resto de candidatos, pero, ven estas promesas con recelo.
Desde Junts, el número 3 por Barcelona, Josep Rull, ha afirmado que Illa no es creíble y ha asegurado que los incumplimientos del Estado con Catalunya son «la metáfora más descarnada» de la situación de infrafinanciación que se vive actualmente. Rull ha dicho que es una «prioridad inmediata» resolverlo.
El debate sobre el sistema de financiación se ha encallado también con el de un posible nuevo referéndum, que ha estado punto de fricción entre los diferentes candidatos. En la banda constitucionalista, los más duros han estado Cs, que ha gritado a «detener» el independentismo, y Vox, que ha acusado los partidos soberanistas de llevar la sociedad a la «ruptura».
Entre los partidos independentistas, Rull ha hecho un llamamiento a «rehacer la unidad» para poder culminar el ‘Procés’, mientras Aragonès le ha reprochado que abandonaran el Govern. El candidato de ERC ha afirmado que lo más relevante de un eventual nuevo referéndum es que sea «aplicable» y ha hecho un llamamiento a la negociación y el diálogo. La candidata de la CUP, Laia Estrada, por su parte, los ha reprochado los pactos con el PSC.
El PSC descarta los votos del PP
La política de pactos ha centrado el tramo final de este primer debate en que los candidatos han aprovechado para apuntar las supuestas contradicciones de los contrincantes.
Josep Rull ha recordado que el PSC aceptó los votos del PP para hacer Jaume Collboni alcalde de Barcelona. El objetivo, según Rull, era impedir que la capital catalana tuviera un alcalde independentista como Xavier Trias. También el candidato de ERC, Pere Aragonès, ha querido preguntar en Isla sobre la posibilidad que acabe siendo presidente de la Generalitat con los votos del PP.
En respuesta a la pregunta directa de Aragonès, Illa ha «descartado» explícitamente «ser presidente de la Generalitat de Catalunya» con el PP, pero «no descarta» lograr «acuerdos puntuales» con el PP en cuestiones como, por ejemplo, el pacto por la lengua. «Si usted se refiere a si yo haré gobierno con los votos del PP, la respuesta es que no», ha sentenciado después de asegurar que su preferencia son acuerdos con «formaciones socialdemócratas».
No lo ve igual Alejandro Fernández, que –a pesar de las críticas de Vox y de Cs- no ha descartado este apoyo. Ha afirmado que la prioridad del PP es poner punto y final al Procés y que las ssus protagonistas se vayan a la oposición. «Hay que cerrar la peor etapa de la historia reciente e Catalunya», ha dicho.
Aragonès, por su parte, ha fiado los acuerdos en los programas de gobierno de las formaciones y ha recordado los ejes para construir un gobierno son el referéndum, una financiación singular y la defensa del estado del bienestar y la lengua catalana. Y Josep Rull ha insistido que la aspiración de Junts es que «el bloque soberanista tenga mayoría y hacerla operativa», porque «hemos estado capaces de avanzar como país cuando ha habido consenso». «No podemos volver a fracasar colectivamente», ha sentenciado.
La candidata de los comunes, Jessica Albiach, ha apostado por un gobierno progresista sin habla de la fórmula, y ha pedido a ERC y PSC que «no pacten» con Junts. La de la CUP, Laia Estrada, ha afirmado que «nunca» ha cerrado la puerta a un gobierno, pero no por una «pagueta o intereses de partido».
Carrizosa ha afirmado que será «leal» al constitucionalismo y no apoyará a ninguna formación que logre pactos con el separatismo, y Garriga ha afirmado que «solo Vox» puede salvar España.
Comunes y la CUP reprochan a Aragonès el proyecto de Hard Rock
Albiach y Estrada han criticado el gobierno de Aragonès por carencia de ambición en políticas sobre vivienda, sanidad, educación y transición ecológica. La candidata de los comunes ha respondido Aragonès recordando que los comunes negaron el apoyo a los presupuestos porque ERC mantenía un proyecto del Hard Rock que «solo el 16% de los catalanes defienden». Estrada ha coincidido en este punto y ha acusado Aragonès de haber «mentido» a su propia militancia sobre el macroproyecto.
Rull también ha acusado Salvador Isla de tener una política de cesión de decisiones a Madrid en casos como la sanidad o el Aeropuerto del Prat, y ha apostado por un «cambio radical de actitud» en la Generalitat, porque hacen falta «competencias».
Modelos contrapuestos sobre vivienda
Los grupos también han chocado por la vivienda. Aragonès ha prometido 1.000 millones anuales en vivienda social, mientras que Albiach ha pedido una ley «antiespeculación» que grabe con un 30% de los pisos que no sean primera residencia. Laia Estrada ha insistido que en vivienda hay que «hacer cero desahucios» y una ley de vivienda para regular los alquileres de manera indefinida.
Por el contrario, el candidato del PP, Alejandro Fernández, ha afirmado que el tope al precio del alquiler forma parte de las «políticas delirantes» que impulsó Ada Colau, porque «planificar urbanísticamente como si estuviéramos en la Rumanía de Ceausescu, fracasa estrepitosamente». Josep Rull también ha afirmado que la regulación que defiende la CUP provoca un incremento de precios e impide que las clases medias puedan acceder.