Hasta casi 4.000 tractores han cortado las carreteras de Catalunya durante la mañana de este martes. Del total, más de 1.000 pertenecían a la provincia de Tarragona según los dados arrojados por Unió de Pagesos.
En las Terres de l’Ebre, se han concentrado más de 300 tractores, entre diversas columnas que han confluido en la AP-7 a la altura de l’Aldea.
Los manifestantes han cortado la autopista en ambos sentidos, obligando a desviar el tráfico por la N-340. La intención, según representantes de Unió de Pagesos, es la de quedarse, al menos 24 horas ocupando esta vía.
Los organizadores han alentado a sus compañeros a alargar la acampada hasta las 48 horas, aunque han dejado un arcén libre para aquellos que quieran salir.
La otra autopista principal de la provincia, la AP-2, también contará con un campamento nocturno esta noche. Unos 200 tractoristas provenientes del Alt Camp y otro centenar del Penedès se han atrincherado a la altura de Vila-Rodona.
Este grupo ha cortado la vía también en ambos sentidos y tienen previsto aguantar 24 horas. Este miércoles saldrán en marcha lenta a Barcelona para seguir ocupando las carreteras.
Para aguantar esta jornada, los payeses se han provisto con carpas y sillas en medio del asfalto. La hora de comer ha dejado imágenes curiosas, ya que los grupos han cocinado en grandes cantidades para amenizar el acto reivindicativo.
El grupo concentrado en la AP-2 ha colocado parrillas en la cuneta para asar calçots suficientes para todos los comensales, se calcula que han usado unos 600. La comida ha estado acompañada también de carne y han montado todo un festín en el medio de la carretera.
En Terres del Ebre han optado por una barbacoa, con panceta y butifarra entre otros tipos de carne. Algunos incluso se han dispuesto a jugar a cartas en el suelo para pasar el rato.
Jóvenes jugando a cartas en la carretera. Foto: Joan Revillas
Con estas movilizaciones, los agricultores pretenden visibilizar las dificultades que atraviesa ahora el sector, poniendo el foco en «los intermediarios, la imposición de la burocracia y la falta de apoyo de la administración pública».
Jaume Ferri, un joven agricultor entrevistado por el Diari, ha expresado las dificultades para «dedicarse al campo». Ferri asegura protestar para «que exista un futuro en la agricultura».