Por las calles de Santa Oliva puedes encontrarte con Borges y con Pérez Reverte. En la plaza Lola Díaz, que rinde homenaje a una recordada maestra que animaba a sus alumnos a leer, quizá esté Alejandro Dumas o pasar miedo con Stephen King.
En diversas zonas de Santa Oliva se han colocado unas casetas de madera donde los vecinos pueden coger el libro que más les interese. Sólo hay una condición: devolverlo una ves se haya leído. Para que la aventura siga.
La iniciativa la impulsa el Club de Lectura de Santa Oliva en colaboración con el Ayuntamiento. De momento hay tres puntos con esas Casetes de llibres viatgers y según se explica desde el consistorio ha tenido una gran aceptación.
Reparadas
También que en algún momento hay casetas que han sufrido daños, pero que se han reparado para que esa incitativa de fomento a la lectura pueda seguir.
Las casas de los libros están en la parada de autobús a la entrada del núcleo histórico, en el parque de la plaza 1 de Maig y en la plaza Lola Díaz.
Los vecinos también pueden dejar allí libros para compartir la experiencia de las novelas leídas. De retirarse un libro debería dejarse otro para que siempre haya un fondo a disposición de los lectores.
El Club de Lectura de Santa Oliva también invita a los lectores a dejar una hoja en el interior del libro leído para expresar sus opiniones y la experiencia de esa lectura.
Esa iniciativa de Bookcrossing para dejar un libro en un lugar público y que otra persona lo encuentre y pueda leerlo está muy extendida.
En el mercado municipal de El Vendrell en una de las paradas hay una autentica biblioteca con decenas de libros todos los géneros donde muchos vecinos dejan y se llevan obras.