Tarragona quiere instalar placas solares en diez edificios municipales
El Ayuntamiento solicitará una ayuda para la redacción de los proyectos que afectarán a las cubiertas de equipamientos deportivos y escolares, además de la comisaría de la Urbana
En los últimos años se ha registrado un incremento de instalaciones de producción solar fotovoltaica, sin embargo, a nivel público este es un ámbito en el que el Ayuntamiento de Tarragona todavía tiene un largo camino por recorrer. Así lo reconoce el concejal de Medi Ambient, Guillermo García, quien asegura que «no se han hecho los deberes».
Los objetivos son claros. En el año 2030 el 50% del consumo energético tiene que cubrirse a partir de energías renovables, mientras que veinte años más tarde este porcentaje debe alcanzar a la totalidad de la demanda. Y el escenario desde el que parte la administración local es que a día de hoy tan solo el Palau d’Esports y la Escola Arrabassada cuentan con instalaciones solares fotovoltaicas.
A esto hay que sumarle otras dos «pequeñas instalaciones» en las dependencias de la Guàrdia Urbana y el edificio de Tabacalera, que en este caso van destinadas a la producción de energía térmica, es decir, agua caliente. Asimismo, se está trabajando en la redacción del proyecto para la instalación de placas solares en la guardería municipal El Ninot que se iniciará «en breve».
En base a este escenario, el Ayuntamiento de Tarragona está ultimando la documentación para la solicitud de una subvención que debe permitir la redacción de los proyectos ejecutivos que afectan a diez cubiertas en edificios municipales en los que quieren instalarse placas solares. «El objetivo es que podamos abastecer estos equipamientos y que este autoconsumo sea compartido, sin embargo necesitamos un apoyo técnico y para ello el primer paso será hacer esta radiografía, porque no queremos dar ningún paso en falso», argumenta el edil socialista.
Centros educativos y deportivos
Los equipamientos seleccionados son principalmente de carácter educativo y deportivo, ya que son los que presentan un mayor consumo energético. Es el caso de los complejos deportivos de Sant Salvador, Sant Pere i Sant Pau, Bonavista y el Serrallo, además de la piscina de Riu Clar y las escuelas y jardines de infancia del César August, Bonavisa y Sant Pere i Sant Pau. Los módulos 1 y 2 de Tabacalera y las dependencias de la comisaría de la Guàrdia Urbana complementan este listado.
«La selección se ha hecho teniendo en cuenta las capacidades que pueden ofrecer estas cubiertas y también bajo la perspectiva territorial, que pueda cubrirse toda la ciudad y, por tanto, que este autoconsumo pueda beneficiar al conjunto del territorio», indica el sexto teniente de alcalde.
La implantación está en una fase «muy embrionaria» y precisamente estos estudios deben servir para empezar a concretar las especificidades de cada una de las ubicaciones, con los metros cuadrados de superficie a cubrir y la potencia que podría generarse.
De momento, la administración local dispone hasta el día 15 de marzo de plazo máximo para presentar la solicitud, que permitiría acceder a una ayuda máxima de 60.000 euros procedentes de la línea de subvenciones abierta desde el European City Facilities. La cifra representa el 50% del importe total que costará la redacción de este proyecto, que en total supondrá una inversión de 120.000 euros, por lo que comportará que la administración local asuma el otro 50%.
Implicar a todos los actores
La resolución definitiva no se conocerá hasta mediados del mes de mayo. A partir de ahí, «si hacemos la licitación relativamente rápida a finales de año o inicios de 2025 tendríamos estos proyectos, que después tendrían que ejecutarse», indica García.
Estos proyectos ejecutivos también serán los que determinarán la inversión necesaria para hacer esta instalación. De momento no hay una estimación de los costes. Pese a ello, García afirma que «tenemos las cubiertas, por lo que tan solo habrá que instalar los paneles encima». Asimismo, estos dirán la energía producida tan solo permite cubrir las necesidades de autoconsumo de estos equipamientos o si generarán un excedente para otras necesidades, como puede ser la flota de vehículos eléctricos municipal o la movilidad.
García afirma que «lo estamos cogiendo con ganas, aunque no queremos correr porque por el momento es todo nuevo». Y, en este sentido, el Ayuntamiento defiende que es «clave» la colaboración tanto con el Ministerio para la Transición Ecológica, como con el Departament d’Acció Climàtica y la Diputació, además de la empresa pública L’Energètica de la Generalitat y el Centre Català de Descarbonització de la Indústria, por tal que «se impliquen todos los agentes de la ciudad». Y aquí la administración local también apela al papel que deberán jugar las empresas del polígono y los particulares.