La sociedad civil de Tarragona avala el nuevo parking Jaume I
Los vecinos piden que se reserven plazas del futuro aparcamiento para los ciudadanos del entorno y los agentes económicos exigen «controlar» el gasto adicional en el recinto
Aval general de vecinos, entidades y patronales para reactivar el Jaume I como aparcamiento convencional, esto sí, con matices: debe aprenderse de los errores del pasado para no repetir el «despilfarro» económico que ha supuesto el mayor desastre de la historia reciente de la ciudad.
En general, la decisión del gobierno municipal del PSC avanzada ayer por el Diari para intentar poner en marcha el recinto como estacionamiento ‘normal’ a partir del año 2027 es bien vista por la sociedad civil, que valora la propuesta, como mínimo, como un «mal menor», después de que el Ayuntamiento se haya endeudado ya hasta el año 2043 con más de 25,7 millones de euros por un proyecto de estacionamiento robótico inteligente que, en teoría, estaba presupuestado con un coste un 85% inferior: 3,9 millones.
Ahora, el alcalde apuesta por desbloquear un parking que lleva cerrado desde febrero de 2008, que es cuando se paralizaron las obras. Para readaptarlo a un equipamiento convencional, con unas 319 plazas, será necesaria una inyección extra de 5,6 millones de euros, un hecho que, vistos los antecedentes de la obra, genera dudas entre los agentes económicos.
«Apoyamos todo lo que mejore la calidad de vida de la ciudad, lo importante es aprovechar la estructura actual. Si la ciudad necesita plazas de parking, y la inversión que resta hacer por parte del Ayuntamiento es controlada, perfecto», indica la presidenta de la Associació de Dones Empresàries, Sonia Mateo. De manera parecida opina Melcior Bustos, de La Via T. «Debe reflexionarse sobre la necesidad de aumentar el tráfico en la Part Alta y de humanizar más las calles, pero si ya está hecho, como mínimo, debe sacársele rendimiento si los costes no superan los beneficios», indica.
El gasto en el nuevo proyecto también preocupa a la presidenta de la Cambra de Comerç, Laura Roigé. «Hablo de algo que no conozco, ya que no he entrado nunca en el espacio. Esperamos que algún día el alcalde nos permita verlo y que, si lo tiran hacia adelante, el coste y su financiación estén controlados», recalca. Por su parte, Florenci Nieto, de Pimec Comerç, define como de «broma de mal gusto» el gasto en el Jaume I y pide desbloquear el futuro aparcamiento convencional «cuanto antes» para «empezar a facturar» en un equipamiento que «beneficiará al comercio».
«Faltan plazas de parking»
Inversión aparte, la otra gran preocupación es la tarifa que tenga la instalación, que si es como el resto de recintos que gestiona la EMT tendrá un coste máximo diario de 5,95 euros.
«Estoy seguro de que el aparcamiento revitalizará el comercio si el precio es adecuado. Faltan parkings en el centro y en la Part Alta. La gente va allá dónde puede estacionar cómodamente», recalca el presidente de la Agrupació d’Associacions de Setmana Santa, Francesc Seritjol. El líder de la Confederació Empresarial de la Província de Tarragona (Cepta), Xavier Rigau, considera que la vía del parking «es la única opción para salvar el equipamiento», a la vez que recalca que «beneficiará no solo al turismo, sino a los residentes de la zona porque no hay parkings asequibles de precio».
Finalmente, Sergi Carrillo –de la Associació de Veïns del Carrer Merceria i Voltants– opina que la opción del parking «sería genial», siempre que «se priorice que se reserven plazas para los vecinos». El representante vecinal teme que si no se hace esto «habrá residentes que se irán» porque «se quitan plazas de los vecinos para servicios a terceros». Aval con dudas y deberes para dar una segunda –¿y última?– oportunidad al Jaume I.