Los 10 temas pendientes de Tarragona para este 2024
Desplegar el Àrea Metropolitana del Camp de Tarragona, tomar decisiones para proteger el Delta o continuar hacia la descarbonización de la industria, algunas asignaturas del año
La nueva temporada del aeropuerto viene marcada por el retorno, en abril, de EasyJet con rutas a Londres-Luton y Manchester, la apertura de vuelos charter hacia Belfast y dos conexiones a la República Checa. En total, serán nueve los operadores que este año estarán en servicio (Ryanair, Jet2, TUI, TUI Bélgica, EasyJet, Vueling, DER Touristik, Air Nostrum y Travel Solutions) en 26 rutas a través de 42 conexiones. De esta forma, el aeropuerto conectará con ocho países: Reino Unido, Irlanda, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Francia, República Checa y España.
Asimismo, se prevé que el número de plazas ofertadas aumente un 16% respecto al 2023 y que se logre entre un 1,1 y un 1,2 millones de pasajeros. No obstante, el gran reto de la infraestructura es desestacionalizarla, operando durante el invierno. De momento, la meta es trabajar para incrementar las rutas y la actividad en las puntas de los ejercicios y las esperanzas están puestas en que las temporadas sean cada vez más largas.
Este 2024 debería iniciarse el desarrollo del Àrea Metropolitana del Camp de Tarragona. El pasado mes de diciembre se constituyó el grupo impulsor liderado por la Diputació de Tarragona y en el que participan los municipios de Tarragona, Reus, Vila-seca, Constantí, la Canonja, Cambrils, Salou, Valls, la Generalitat y los Consells Comarcals del Tarragonès y Baix Camp.
Ahora toca desplegar este ente estableciendo el ámbito territorial, las actuaciones y la manera de organizarse. El grupo impulsor se reunirá cuatrimestralmente y habrá cuatro grandes temas, que se trabajarán en comisiones técnicas sectoriales: territorio; desarrollo económico y social; movilidad y sostenibilidad. En todo caso, movilidad, transporte y energía son las cuestiones preferentes.
Este 2024 o más adelante, podría crearse una nueva estructura para gestionar este ente, así como la inclusión de nuevos municipios.
Una de las urgencias más apremiantes es la de tomar medidas en el Delta de l’Ebre. El pasado noviembre se celebró en el Parlament de Catalunya la última sesión de comparecencias de la Comissió d’Estudi sobre la Protecció del Delta, por la que han pasado decenas de testimonios que abordaron las amenazas que afronta este espacio protegido: la regresión, el hundimiento, la merma del caudal del río Ebre y el cambio climático, así como las consecuencias que todo ello puede tener en la economía y la población.
En paralelo, la Estrategia Delta, que impulsa la Generalitat, prevé una inversión de unos 120 millones de euros hasta el 2032 en actuaciones para dar respuesta a los efectos de la crisis climática. Mientras, el Estado también prepara su Plan de Protección del Delta. Hasta el momento se ha actuado en algunos puntos, la Generalitat en las balsas interiores del Delta y el Estado, con movimientos de arenas en la costa frontal.
La descarbonización es uno de los principales retos que afronta la industria química, con el horizonte de las cero emisiones de 2050. En esta línea, Tarragona albergará este año un centro de descarbonización. La iniciativa, que cuenta con una partida de cinco millones de euros en los presupuestos de la Generalitat, será público-privada y se focalizará en el sector petroquímico y cementero.
Este centro tendrá tres plantas piloto que se ubicarán próximas a los polos industriales. La principal función del ‘Centre Català de Tecnologia i Innovació per a la Descarbonització Industrial’, nombre que se dará al nuevo equipamiento, será estudiar de qué manera puede llevarse a cabo la captura y posterior reutilización del CO2. Además, se analizará la manera de aplicar el hidrógeno verde en el sector industrial y el desarrollo e implantación de biocombustibles que puedan facilitar la descarbonización.
Las obras de la estación de Bellissens de Reus comenzarán a lo largo de este año. La infraestructura costará 11,5 millones de euros: unos nueve irán a cuenta de Adif y se destinarán al complejo ferroviario como tal, mientras que el resto lo pondrá el Ayuntamiento para materializar un paso inferior urbano que conectará el eje del campus universitario con la estación de autobuses.
Por la nueva estación circularán los servicios RT1 (Tarragona-Reus) de Rodalies del Camp de Tarragona y los regionales R14 (Barcelona-Lleida) y R15 (Barcelona-Riba-roja d’Ebre), según informó el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma).
Las previsiones que se manejan son que la infraestructura quedará lista para operar en 2025 y se registrará un tránsito de 1.400 viajeros diarios, que podrían llegar a ser 3.500 en un horizonte de treinta años.
Es muy probable que el proyecto turístico Hard Rock, previsto en Vila-seca y Salou, siga dando vueltas eternamente este 2024. Actualmente, la tramitación del plan director urbanístico continúa pendiente de aprobación tras quedar paralizado por un informe medioambiental desfavorable.
A nivel político, el Govern ha confirmado que Hard Rock no entrará en los presupuestos de la Generalitat este ejercicio, lo que aumenta la incertidumbre en torno a su puesta en marcha, pese a que cuenta con el aval parlamentario con los votos de PSC, Junts, PP, Cs y Vox y el apoyo de los dos municipios donde está previsto. En caso de que el proyecto solvente los problemas medioambientales deberá, seguidamente, recibir el visto bueno del Centre Recreatiu i Turístic (CRT) para pasar después por la Comissió d’Urbanisme.
La Generalitat arranca 2024 con los presupuestos por aprobar, por lo que, de momento, se prorrogarán los actuales hasta que se produzca un acuerdo en el Parlament. Para los profesionales, la cantidad destinada por habitante de 1.576,44 euros es «claramente insuficiente» y consideran que se deben aumentar para ofrecer al paciente un servicio de calidad.
Mientras, en este primer trimestre del año está previsto que finalice la fase 1 de la ampliación del Hospital Joan XXIII de Tarragona. Durante esta primera fase, los trabajos se han centrado en la construcción del edificio puente, que conectará el actual bloque C, el de urgencias, con el nuevo hospital. Una vez finalizado, el nuevo centro hospitalario tendrá más de 70.000 metros cuadrados y un área de atención para más de 252 pacientes.
La implantación del tranvía es otro de los proyectos que se arrastran. En 2022, el Departament de Territori, a través de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), adjudicó a Ayesa Ingeniería y Arquitectura el proyecto constructivo del primer tramo de la futura red que unirá Cambrils, Salou y Vila-seca. Unos trabajos que deberían estar a punto en este primer trimestre para arrancar las obras a final de año.
Asimismo, se pretende alargar la red desde la estación de tren de Vila-seca a la futura estación intermodal, que se encuentra en el mismo término municipal, en el límite con Reus. El proyecto de este nuevo tramo y las evaluaciones correspondientes van dirigidas a que el tranvía sirva de nexo con el futuro nodo intermodal que acercará la alta velocidad al Aeropuerto de Reus.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) debe solventar el desvío de las mercancías. En este sentido, la Plataforma ciudadana Mercaderies per l’Interior trabaja para concienciar a la población sobre el incremento de trenes que comportará el Corredor y las afectaciones que puede tener sobre la población. La entidad denuncia que no pueden permitir que las mercancías, peligrosas o no, «pasen por la vía de la Costa Daurada norte, ante viviendas, colegios, centros deportivos, hoteles o patrimonio histórico».
Alejar estos convoyes de los principales núcleos urbanos es uno de los temas presentes en las agendas de los municipios afectados. Desde el punto de vista técnico se tienen que definir las alternativas de esa salida por el interior, que libere el paso por el litoral.
Tarragona y Reus deben empezar a perfilar sus zonas de bajas emisiones (ZBE) en cumplimiento con la Ley de Cambio Climático de la Unión Europea, de 2021, y del Real Decreto del 27 de diciembre de 2022, que obliga a esta actuación a las ciudades de más de 50.000 habitantes con el objetivo de reducir la contaminación. En Reus, los primeros pasos para su materialización van encaminados a la instalación de cámaras y lectores de matrícula en los próximos meses. La Memoria del proyecto define todas estas cuestiones. De entrada serán 28 las cámaras instaladas: 19 lectores de matrículas y nueve cámaras panorámicas para hacer un seguimiento del estado del tráfico.
Mientras, Tarragona tiene que tener este año lista la ordenanza y se pondrá en marcha una campaña de comunicación y la implantación de las señales. Además, también se tiene que cerrar el Pla de Mobilitat Urbana Sostenible (PMUS) que sirve de marco para esta regulación, la redacción del cual se adjudicó en noviembre pasado. Igualmente, se contempla instalar cámaras de control de matrículas, paneles de información dinámica, sensores ambientales y cámaras de información de estacionamiento, entre otras cosas.