Laura Roqueta: «Cosificar a una persona es quitarle la humanidad»
La URV pone en marcha el ciclo de tres jornadas de charlas contra la violencia de género
Charla magistral sobre consentimiento sexual en la URV, a cargo de la experta Laura Roqueta Fernández. Unas 30 alumnas del Grau de Treball Social de la universidad escucharon ayer la cita inaugural de las tres jornadas en el marco del 25N, el Día Internacional contra la Violencia de Género, organizadas por la Unitat d’Igualtat de la URV. Laura Roqueta es experta y educadora en el consentimiento y ha publicado el libro ‘El viaje de Paula’ para hablar de las consecuencias de una agresión sexual, además de tener una cuenta en redes (@culturaconsentimiento) donde difunde estos conocimientos.
Según datos de la ONU, una de cada tres mujeres es víctima de violencia sexual a manos de su pareja o expareja, y una de cada 20 habrá sufrido una violencia sexual a lo largo de su vida. Unas estadísticas escalofriantes que Roqueta usó para iniciar su intervención alrededor de la cultura de la violación.
«Este término hace referencia al conjunto de creencias que fomentan la agresión sexual contra mujeres y niñas, donde la violación es a menudo considerada un comportamiento ‘sexy’ y de pasión», empezaba Roqueta ante las estudiantes de Treball Social y todas aquellas personas que siguieron la charla a través del ‘streaming’ en directo.
Según la experta, esta cultura de la violencia se perpetúa a través de comportamientos que la sociedad tiene muy interiorizados, como la cosificación y la sexualización de las mujeres y hasta de las niñas, poniendo ejemplos como la publicidad, los disfraces, etc. «Al cosificar una persona le quitamos la humanidad, y entonces es más fácil aplicar la violencia», alertaba.
A través de juegos de preguntas, ejemplos prácticos e imágenes, la experta explicó las consecuencias de esta cultura de la violencia sexual y apuntaba a comportamientos tan habituales y sutiles como «los chistes y las bromas entre amigos». «Parece que no es tan grave pero esos comentarios las mujeres se pueden sentir pero, no son simples comentarios: el lenguaje importa», reivindicaba ella.
Todo ello para compartir una cultura respetuosa como es la del consentimiento, «donde hay dos personas o más que se están de acuerdo y se respetan las decisiones de una persona y su libertad sexual». Para ello, apunta Roqueta, es imprescindible educar a la sociedad en las relaciones consentidas y mostrar tolerancia cero ante la violencia sexual.