Estas calles de Tarragona ponen a prueba tu habilidad para aparcar
Las calles Joana Jugan y Antoni Maria Claret tienen aparcamiento a ambos lados. Sin embargo, las plazas en batería examinan cada día a los conductores que quieren estacionar en ellas
Las calles Joana Jugan y Antoni Maria Claret, en la ciudad de Tarragona, son dos ejemplos de viales con estacionamiento a ambos lados. Para sacar más provecho al espacio, en una de las dos aceras hay plazas en batería. Y en la otra parte es un estacionamiento lineal.
Hace unos meses, antes de la ampliación de los aparcamientos reglados en la ciudad, estas dos calles tenían la misma distribución de plazas –batería y línea–, pero con una diferencia. Los aparcamientos en batería estaban pintados en otro sentido. Los conductores accedían a la calle y estacionaban de frente, dejando la parte delantera de su vehículo junto a la acera.
Con la regulación de plazas, el Ayuntamiento de Tarragona cambió el blanco (sinónimo de gratuidad) por el verde y de esta forma se amplió el estacionamiento reglado en esta zona céntrica de Tarragona.
Más allá del debate del aumento de plazas de pago en la ciudad, el repintado en las dos calles también conllevó un cambio en la forma de estacionar. Ahora, las plazas en batería son para entrar de culo, dejando el coche listo para salir con el frontal mirando al carril de circulación. Hay un centenar de plazas en batería en las dos calles.
Los técnicos de la Empresa Municipal de Transports (EMT), que preside la concejala Sònia Orts, argumentan el porqué del cambio de sentido de las plazas de batería: La decisión se ha basado en criterios de seguridad y añaden que son directivas de seguridad validadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) y no una decisión municipal.
Las mismas fuentes señalan que aparcar de esta forma, la incorporación a la circulación es más rápida, segura y cómoda, ya que hay visibilidad a ambos lados. De la otra forma, saliendo el coche marcha atrás no existe esta visibilidad.
Problemas de espacio
La respuesta técnica no tiene en cuenta el ancho de la calle o las dimensiones de los vehículos. Cada día que un conductor quiere aparcar en batería tiene que hacer una gran cantidad de maniobras, demostrando su pericia para aparcar el vehículo.
La colocación correcta del coche en la plaza haciendo marcha atrás en estas dos calles de Tarragona depende de muchos factores: que haya suficiente espacio para maniobrar (a veces los vehículos aparcados al otro lado lo impiden o las medidas de los coches que hay a ambos lados) para poder dejarlo de forma correcta.
Además, aparcar en este sentido de la marcha y no de frente también ocasiona colas de otros coches que provocan colapsos (innecesarios) en una zona de mucho tráfico: escuelas, centros de idiomas, juzgados, vecinos...
Algunos usuarios no entienden la medida y han expresado su perplejidad se quejan que el cambio de sentido de las plazas (al margen de que hay que pagar dentro del horario regulado) provoca un riesgo en la conducción y en la forma de aparcar, ya que no hay anchura en las dos calles para según qué tipo de vehículos. Y si estos coches o furgonetas grandes usan una plaza, el carril de circulación, también se estrecha y dificulta la conducción.
Además, calles similares ubicadas en otros puntos de la ciudad tienen la misma distribución de plazas de aparcamiento y en cambio se mantiene el sentido de aparcamiento que había, en decir, estacionar de frente. Ejemplos hay en el entorno del hospital Joan XXIII.