Tarragona ganará en los próximos meses 1.500 plazas de zona verde
Entra en servicio el nuevo parking disuasorio de 388 plazas en la calle Guillem Oliver, mientras sigue la polémica por las nuevas zonas reguladas que serán de pago a partir de febrero
Tarragona estrenará el año que viene más de 1.500 nuevas plazas de zona verde, que se sumarán a las 360 que ya han entrado en funcionamiento tanto en el Barri del Port como en la zona centro. El grueso de estas son las que se están pintando en la zona de Joan XXIII y sus inmediaciones, donde estos días siguen los trabajos de pintura para reconvertir las zonas blancas en espacios regulados, con una tarifa de 1,15 euros la hora.
Según ha confirmado la Empresa Municipal de Transports, la obligatoriedad de pago se materializará «a partir del mes de febrero». Todavía no se ha especificado si lo hará en paralelo a la nueva zona regulada de la Vall de l’Arrabassada.
Al respecto, ayer el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, afirmó que la voluntad es que los parquímetros lleguen a la zona de Llevant «cuanto antes». Desde el Ayuntamiento se está valorando que los clientes de los comercios del barrio puedan tener un «trato especial», como se solicitó desde la Associació Empresarial Centre Comercial la Vall de l’Arrabassada. No obstante, el máximo responsable municipal afirmó que el objetivo con el que se está trabajando es que «a inicios del año que viene podamos tener» las nuevas zonas de estacionamiento.
En este caso, los cálculos iniciales que se hicieron cuando se urdió el plan para incrementar la recaudación municipal para cuadrar los gastos del Ayuntamiento, se apuntó a cerca de 400 nuevas plazas reguladas en este ámbito.
El edil socialista aseguró que en el caso de la zona de Joan XXIII «los que lo han pedido son los propios vecinos». Pese a ello, el malestar es importante. «Tenían un problema económico y están sacando el dinero de los que venimos a trabajar así como de los enfermos y sus familias, porque la gente que vive en esta zona la mayoría tiene parking y tampoco no es que haya un comercio, para que deba haber una rotación», lamentaba Tani Francesch, delegada sindical de Metges de Catalunya.
Se prevé que una parte de esta demanda pueda absorberla el nuevo aparcamiento disuasorio ubicado en la calle Guillem Oliver, que ayer por la mañana entraba en funcionamiento.
En total supone 388 nuevas plazas de zona naranja a un euro al día, de las cuales ocho están reservadas para las personas con movilidad reducida. La nueva superficie ocupa un espacio de 1,5 hectáreas de terreno, en una de las entradas de las ciudad desde la carretera de Valls y la A-7.
En su habilitación se ha utilizado un pavimento que facilita el drenaje del agua de lluvia, de forma que «facilita que esta se filtre y se recuperen los acuíferos», decía Viñuales. Asimismo, también se ha plantado nueva vegetación.
El proyecto ha supuesto una inversión total de 287.140 euros (sin IVA), de los cuales el 90% se ha financiado a través de los fondos europeos Next Generation. Al respecto, el subdelegado del Gobierno, Santiago Castellà, ponía en valor que «esta movilización de recursos sin precedentes» desde las instituciones europeas permitirán «acelerar la transformación económica y digital, aumentando la calidad de vida de los ciudadanos».
La entrada en funcionamiento del nuevo aparcamiento coincide con el inicio de los trabajos de pintura en esta misma calle. «No sabía que ya lo habían abierto, pero con todas las zonas verdes que están poniendo por aquí ya me dirás a dónde tenemos que aparcar», decía Lucía, una vecina de Valls que todos los días viene a trabajar a Tarragona.