El túnel del Coll de Lilla registra 13.638 vehículos al día, un año después de su entrada en servicio
Hoy está previsto el inicio de las obras complementarias que quedaron pendientes
hace un año, cuando se inauguró el último tramo de la autovía hasta Montblanc
El próximo miércoles día 23 se cumplirá un año de la inaguración del túnel del Coll de Lilla, una esperada infraestructura que ha transformado sustancialmente las comunicaciones entre Tarragona y Montblanc, y por extensión hacia las Terres de Ponent y el Valle del Ebro. Los datos hablan por sí solos. La intensidad media de vehículos que circula a diario por este tramo de la A-27 es 13.638, de los cuales, 2.348 son camiones.
Analizando las cifras puede constatarse que el tráfico, tanto entre semana como durante los fines de semana, es ligeramente superior en dirección Montblanc, que al revés. El comportamiento es igual tanto en lo que se refiere a los turismos como a los vehículos pesados. En cambio, si nos centramos en estos últimos puede verse como de lunes a viernes pueden registrarse prácticamente 3.000 camiones al día –sumando ambos sentidos de la marcha–, mientras que durante los fines de semana la cifra es muy inferior (908), aunque nada despreciable.
Esto se explica por el impacto que ejerce el Port de Tarragona sobre esta autovía, que desde hace un año está ‘más cerca’ de su hinterland, facilitando el tráfico de cereales.
El túnel del Coll de Lilla ha supuesto un antes y un después para los vecinos de Valls, Montblanc y también para los transportistas, que veían como después de casi veinte años reivindicando esta infraestructura, finalmente se ponía en marcha una conexión que ha reducido en quince minutos el tiempo de recorrido, incrementando la seguridad de los conductores. Pese a ello, la obra todavía no ha finalizado y aún falta el último tramo, que es el que enlazará esta autovía con la autopista.
Al respecto, todavía no hay una fecha para el inicio de las obras de este tramo de poco más de cinco kilómetros de longitud. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Tarragona apuntaban que el proyecto está «en fase de redacción» y a la espera de obtener el «visto bueno» para que puedan licitarse las obras. De momento, los trabajos que sí que se iniciarán son las actuaciones complementarias, que quedaron pendientes cuando se inauguró el túnel
Estas hacen referencia a una mejora de las conexiones de la A-27 con la N-240, de forma que el tronco de la autovía conectará de forma directa con la nacional y podrá prescindirse de las rotondas.
En la lista de asignaciones pendientes está también un paso superior de reposición del Camí de Camp Magre y Vilaverd, la protección del oleoducto de CLH, así como el revestimiento del túnel con pintura epoxídica.
El contrato de estas intervenciones también incluye la instalación de un edificio anexo complementario al centro de control del túnel, la instalación de placas solares fotovoltaicas con una potencia de 200 kW para alimentar las instalaciones de la galería, la instalación de fibra óptica así como el refuerzo de los sistemas de contención de la N-240
Las obras, a cargo de la empresa Becsa, está previsto que empiecen este lunes y comportarán una inversión de 5,4 millones de euros por parte del Ministerio de Transporte. A esta cantidad hay que sumarle otros 508.000 euros para la conservación del túnel y la asistencia técnica.
«Una vez más estamos viendo el compromiso del Ministerio de Transportes en la mejora de las infraestructuras del territorio, y en especial de la A-27, materializando un amplio proyecto complementario que mejora la obra ya ejecutada en muchos aspectos, mientras se trabaja para llevar a cabo la no menos necesaria conexión con la AP-2», pone en valor el subdelegado del Gobierno en Tarragona, Santiago Castellà.
En los pliegos del contrato se especificaba que la duración prevista de los trabajos que tienen que llevarse a cabo será de unos dieciocho meses. Esto comportará una inyección adicional para una obra que ya en su momento supuso una inversión de 157 millones de euros.
Con todo, las mercancías peligrosas siguen sin poder circular por el interior de esta galería de casi 1.500 metros de longitud. Desde el territorio, la Cambra de Comerç de Tarragona, la Feat, la Aeqt y el Port están presionando para que se haga una catalogación de los túneles, de forma que podría levantarse la veda para algunos productos, evitando la vuelta de 44 kilómetros adicionales que tienen que hacer ahora a través de El Vendrell.