El tranvía entrará por la N-340 con varios ramales
El Ayuntamiento defiende que este proyecto supondrá una transformación urbanística «en toda regla» para la ciudad
El tranvía del Camp de Tarragona entrará por la N-340 y una vez en la plaza Imperial Tarraco tendrá varios ramales que conectarán, por un lado con el Hospital Joan XXIII y Sant Pere i Sant Pau y, por el otro, con la Part Baixa y la estación de trenes. Esta es la propuesta que están hablando la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de cara a la segunda fase de este proyecto, después que esta semana se publicaran los estudios de impacto ambiental, que avalan la conexión a través de los barrios de Ponent.
El concejal de Territori, Xavier Puig, valoró ayer de una forma «muy positiva» las conversaciones con la administración autonómica y celebró que la solución que finalmente se ha adoptado «sea cómplice con lo que pedía el territorio», después que la propuesta inicial preveía que la conexión desde Vila-seca con Tarragona y Reus se hiciera a través de la línea convencional de Adif. «Celebramos que se escucharan las alegaciones, una de las cuales era que no se aprovechara la línea actual entre Reus y Tarragona, lo cual habría sido un desastre a nivel de frecuencias, de previsibilidad y de seguridad por la convivencia con los trenes de mercancías», afirmó el tercer teniente de alcalde.
Por contra, el Ayuntamiento defiende que la opción que finalmente se ha elegido responde a un «ingrediente fundamental» ya que discurre «por allí donde vive y trabaja la gente», enlazando no tan solo con la futura estación de Vila-seca, sino también con La Canonja y los barrios de Bonavista, Campclar y Torreforta. «No podemos hacer un tranvía lejos, porque después iría vacío y fracasaría», afirmó Puig.
Mientras la tramitación de la primera fase, que es la que enlazará Cambrils con Vila-seca, está muy avanzada y pronto se conocerá el proyecto constructivo, la ambas administraciones ya están trabajando en la que tiene que venir a posteriori. Esta será más ambiciosa y se prevé que sea un «revulsivo económico y social» no tan solo para la ciudad de Tarragona sino para el conjunto del área metropolitana.
El Ayuntamiento de Tarragona confía en que una posible salida de Junts per Catalunya del Govern, atendiendo que este partido es el que dirige la concejalía que lleva este proyecto, no supondrá «ningún cambio de rumbo» en cuanto a su ejecución. Asimismo, considera que el retorno en cuanto a «dinamización económica y social» para el territorio «es más importante» que la inversión que pueda suponer. En este sentido, Puig se mostró convencido de que su ejecución «comportará una transformación urbanística en toda regla de una nacional abandonada, como tenemos ahora, en una avenida que conectará a las personas».