Unos 900 alumnos de Reus tendrán su Passaport Cultural
La iniciativa del Pla Educatiu d’Entorn suma cinco centros educativos para impulsar actividades y espacios locales
El proyecto educativo Passaport Cultural incentiva, por segundo año consecutivo, a diferentes colegios de Reus para participar enla vida cultural y social de la ciudad. Para esta edición, la propuesta incorpora cinco escuelas (Teresa Miquel i Pàmies, Rubió i Ors, Isabel Besora, Montsant y Eduard Toda), y sus respectivos nueve grupos clase, con lo que llegará a un mínimo de 900 alumnos.
El total de 12 centros educativos lo completan las escuelas Prat de la Riba, Cèlia Artiga, Sant Bernat Calvó, Marià Fortuny, Pompeu Fabra, General Prim y Alberich i Casas, que repiten participación en la iniciativa.
El Passaport Cultural es un proyecto del Pla Educatiu d’Entorn que consiste en la «creación de oportunidades educativas, de acreditación y de reconocimiento social, de aprendizajes fuera de la escuela», describe Daniel Recasens, concejal de Cultura, Educació i Política Lingüística.
Además, se trata de promover actividades de ocio que van más allá del horario lectivo y que permiten ampliar las opciones educativas, así como favorecer el acceso de los alumnos y sus familias a las diferentes experiencias.
Acceso a otros entornos
La voluntad principal de la concejalía es que los potenciales escolares participen, al menos, en dos o tres actividades durante el curso académico 2022-2023.
Los escolares podrán visitar puntos como los Museos de Reus, el Refugio de la Patacada, la Bòbila de Sugranyes; exposiciones en el Salvador Vilaseca y el Mas Iglesias, el Gaudí Centre, el Teatre Bartrina, el Circ Llunar y formar parte de las actividades de las Bibliotecas Municipales y Centros Cívicos. Además, este año se suman dos nuevos destinos de aprendizaje: el Reus Deportiu y Xiquets de Reus.
Como apunta Recasens, «la ciudad es un patio muy grande en el que pasan muchas cosas» y concebir estos espacios como entornos lúdicos hace que los niños aprendan de forma vivencial. Por ello, todas las actividades son gratuitas –cotidianas– o bien tienen un precio especialmente reducido para los más pequeños y sus acompañantes.
Así, las diferentes entidades y colectivos proponen cada mes algunas actividades para que consten en el Passaport Cultural y el equipo del Pla d’Entorn las trasladan a los centros educativos. Las tutoras de cada colegio ayudan, entonces, a escoger y localizar las actividades e impulsan a sus alumnos a realizarlas fuera del horario de clase.
Y, posteriormente, «esos aprendizajes les enriquecen y crean una simbiosis porque vuelven a la escuela para poder crecer como grupo», señala Mireia Aguado, directora de la Escola Eduard Toda. De este modo, compartir estas actividades con los familiares y los compañeros es un aspecto clave en el fomento cultural y social que permite el Passaport Cultural.