El aeropuerto de Reus quiere volar alto
La futura estación intermodal sumará un valor añadido a una infraestructura con un potencial muy superior a la demanda actual y que quiere ejercer un papel «complementario» al aeropuerto de Barcelona-El Prat
El aeropuerto de Reus arrancó temporada el pasado domingo con el primer vuelo a París operado por la compañía Vueling, que se estrenaba de esta forma desde el aeródromo reusense. «Tengo muchas esperanzas en que sea una destinación de éxito», decía el director del aeropuerto, Juan Crespo.
Las expectativas son buenas. Para este 2023 están previstas 37 rutas, lo que supone una cifra de 1.096.220 plazas y la previsión de 5.752 operaciones. Esto puede significar alcanzar las cifras prepandemia, en las que este aeropuerto se situaba en el orden del millón de pasajeros anuales.
Lejos han quedado los años en los que Ryanair tenía su base en Reus, lo que permitió llegar a los 1,7 millones de viajeros en 2009. No obstante, esta infraestructura se está recomponiendo y en su favor juega la recuperación de la actividad turística y que «tenemos un territorio rico, variado e impresionante en el que tan solo nos falta ponerlo en valor», añadía Crespo.
Desde la Taula de l’Aeroport se está trabajando desde hace mucho tiempo para reforzar el papel de esta puerta de entrada internacional para las comarcas del sur de Catalunya. Y con esta voluntad de establecer sinergias con los agentes económicos del territorio ayer Juan Crespo era el invitado del circulo de conferencias Bon dia Tarragona, que organiza la Cambra de Comerç de esta ciudad.
La de ayer era la primera ocasión en la que un director del aeropuerto de Reus hablaba en la Cambra de Tarragona y lo hacía con una conferencia que llevaba por título ‘Un aeroport integrat al seu entorn’, que ya es toda una declaración de intenciones sobre el papel como «palanca» que quiere ejercer esta infraestructura.
Durante su intervención, Crespo dio algunas pinceladas sobre el debate alrededor de la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y la afectación que puede tener en cuanto a los planes de futuro para Reus. «Queremos ser un aeropuerto de referencia con destinación punto a punto, que puede nutrirse de lo que se hace 100 kilómetros más arriba. Cuanto más grande sea Barcelona, más grandes seremos nosotros también», afirmaba.
Reus juega a ser «complementario» a una infraestructura de primer nivel como la existente en Barcelona. Y lo hace con una política tarifaria prácticamente un 50% por debajo de lo que se paga en la capital catalana y con incentivos para las aerolíneas que operan en terminales de dimensiones más pequeñas.
A su favor juega también el compromiso del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) para construir la futura estación ferroviaria intermodal de cara a 2026, según ratificaba la ministra el pasado viernes.
Al respecto, Crespo apuntaba que esta conexión con alta velocidad, a escasos cuatro o cinco minutos por carretera, «generará un valor añadido no tan solo para el aeropuerto sino también para el conjunto del territorio».
Tras la importante inversión de mejora y ampliación que se hizo en 2021, el aeropuerto está preparado y ahora mismo cuenta con unas instalaciones infrautilizadas, previstas para mover hasta 2,5 millones de viajeros al año.
Asimismo, el Dora 2 contempla para el quinquenio hasta 2026 otros 21,9 millones de inversión para seguir mejorando la calidad del servicio que perciben los pasajeros.
En su contra juega la fuerte dependencia de mercados como Reino Unido e Irlanda y la estacionalidad, que hace que ahora el aeropuerto tan solo opere siete meses al año. «Tenemos una oferta muy variada de turismo de interior y deportes náuticos que debemos poner en valor para crear esta demanda», decía Crespo.
El conferenciante evitó mojarse cuando desde el público se le preguntó para cuándo un cambio de nombre que también incluya Constantí, teniendo en cuenta que el 40% de los terrenos son de este municipio.
Por su parte, el alcalde de esta localidad, Oscar Sánchez, pedía que los taxistas constantinenses puedan trabajar también en el aeropuerto en reconocimiento a este ‘derecho’.