Tarragona podría perder esta semana más de 330 millones de inversión en energías renovables

Doce municipios de las comarcas de la Anoia, la Ribera d’Ebre, el Segrià y el Alt Camp tienen en el aire 17 parques que generarían el 12,5% de la energía de un reactor nuclear

Con el futuro energético de Catalunya en tela de juicio, estos días de finales de julio y principios de agosto serán claves, ya que seis promotores de iniciativas de energías renovables deben acreditar que disponen de la Declaració d’Impacte Ambiental (DIA) de diecisiete proyectos, de los cuales trece son solares fotovoltaicos sobre terreno y cuatro son parques eólicos terrestres, con una inversión total de 498 millones de euros.

En conjunto, suman una potencia de 458,54 megavatios (MW) –un 46 % de la potencia instalada en un reactor nuclear–, y se estima que, una vez en servicio, aportarían una generación eléctrica anual autóctona, limpia y renovable de 1.000,74 gigavatios-hora (GWh) –un 12,5 % de lo que genera un reactor.

Las iniciativas se distribuyen entre las comarcas de la Terra Alta, el Anoia, la Ribera d’Ebre, el Segrià y el Alt Camp y los cálculos de potencia y generación los ha efectuado el consultor en comunicación de proyectos de renovables y exgerente de EolicCat –asociación que agrupa a empresas eólicas catalanas–, Jaume Morron.

Un parque solar fotovoltaico instalado en la localidad tarraconense de Flix. Foto: Joan Revillas

No todas se encuentran en el mismo punto del trámite administrativo. Por un lado, un total de cuatro parques eólicos y ocho solares deben acreditar la DIA. De los eólicos, presumiblemente, ninguno saldrá adelante: los proyectos Basses-Roges 2 (de ocho molinos entre Maials y Riba-roja d’Ebre), Basses Roges-3 (de cuatro molinos entre Seròs, Almatret y Maials) y Les Alzinetes (de dos molinos en Maials) ya recibieron la DIA desfavorable el pasado día cuatro de julio.

La ponencia acordó informarles desfavorablemente porque los resultados del estudio de radioseguimiento del águila dorada (Aquila chrysaetos) indican que los parques eólicos Les Alzinetes y Basses Roges-2 se ubicarían dentro del área crítica de una pareja de águilas doradas y que Basses Roges-3 es incompatible con sus objetivos de conservación.

El que queda, Les Estrebades, no llegó ni a ser presentado el pasado viernes en la última Ponència d’energies renovables, el órgano colegiado que tiene como función llevar a cabo las actuaciones relativas a la evaluación de impacto ambiental de los proyectos.

Según fuentes consultadas por el Diari, el parque ni tan siquiera ha salido a información pública desde que solicitó la autorización a la Generalitat, el pasado 17 de junio de 2022.

Eso puede deberse a demandas de información adicional por parte de la Administración o a falta de técnicos que evalúen el proyecto.

Hay tres parques más que se enfrentaban a su fecha límite durante estos días: El Calvari (de diez aerogeneradores entre La Pobla de Massaluca y Batea), Fontcalda (de once molinos en Batea) y Les Crestes (con diez aerogeneradores también en Batea).

No obstante, el promotor de estas iniciativas ha conseguido una ampliación del plazo después de presentar y ganar un conflicto ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMNC).

Poniendo el foco en los parques solares fotovoltaicos, los ocho que deben acreditar la DIA pasaron por la ponencia del viernes. Dos de ellos están en Ascó (con una superficie ocupada de 53,5 hectáreas (ha)) y seis en Flix (de un total de 147,6 ha).

El hecho de que se incluyeran en la ponencia implica que, posiblemente, los promotores ya estén al corriente de si la han superado o no, algo que en los próximos días se verificará, cuando se cuelguen las resoluciones en la página web.

El próximo hito a alcanzar es la aprobación definitiva del Projecte d’Actuació Específica en sòl no urbanitzable, que la Comissió Territorial d’Urbanisme de les Terres de l’Ebre debería otorgar a más tardar el próximo 18 de agosto.

En el ámbito energético, el siguiente objetivo es lograr la Autorització Administrativa de Construcció (AAC), un proceso que, como máximo, debería finalizar el 21 de enero de 2026. En ese punto se encuentran cinco iniciativas más, todas solares.

Son Almenara Solar (de 89 ha en el Pla de Santa Maria), Aspillera Solar (de 83 ha en Bellprat), Escribano Solar (de 100 ha en Òdena), Matacan Solar (de 103 ha en Sant Martí de Tous y Jorba) y Merlot Solar (de 62 ha en Cabra del Camp).

Una de las iniciativas que recientemente ha superado este trámite es el parque Galatea, que proyecta nueve molinos en La Jonquera y que supondría que Girona tuviera al menos un parque eólico en funcionamiento.

Un impacto en el empleo

Las inversiones estimadas dejarían 124 millones de euros en Batea, 79,8 en Flix, 56,2 en Maials, 44,2 en La Pobla de Massaluca, 35,5 en Cabra del Camp, 30 en Sant Martí de Tous, 24,9 en Bellprat, 23,9 en Òdena, 23,5 en Ascó, 18,1 en El Pla de Santa Maria, 13,2 en Riba-roja d’Ebre, 9 en Almatret, 5,5 en Jorba y 4,5 en Seròs.

Se estima que la construcción de los proyectos supondrá una ocupación directa equivalente a 2.300 personas. Estaríamos hablando de unos salarios de al menos 60 millones de euros con unas aportaciones a la Seguridad Social de 24 millones de euros.

En cuanto a la operación y el mantenimiento de las instalaciones, la ocupación permanente durante las tres décadas de funcionamiento de todas las instalaciones se estima en unos 110 puestos de trabajo directos y otros 100 indirectos, con unos ingresos salariales anuales del orden de 5,2 millones y una contribución a la Seguridad Social de 2,1.