Tras los pasos literarios de Olga Xirinacs
«Una ruta literaria es única, el día que se hace e irrepetible. Es única porque hace sol, las panorámicas son las que son, las personas son unas y no otras y, sobre todo, porque toda ruta literaria es una plusvalía para el mismo lugar literario». Con estas palabras, el profesor emérito de la Universitat de Vic, escritor, filólogo e historiador de la literatura, Llorenç Soldevila, apreció el valor de la Ruta literària d’Olga Xirinacs que este sábado se presentó en el vestíbulo del Teatre Tarragona con la presencia de la escritora tarraconense.
La presentación de la Ruta literària d’Olga Xirinacs, que se enmarca en la programación de la Tardor Literària que tiene como objetivo apoyar la creación literaria, fomentar la lectura y preservar el patrimonio literario, coincide, además, con la publicación reciente de su 87º libro, Blaumarí.
Olga Xirinacs (Tarragona, 1936) es una escritora tarraconense prolífica en poesía, novela, cuento y ensayo, entre otros. La también pianista ha estado vinculada, desde siempre, a la vida social y cultural de la ciudad, y ha colaborado en diferentes diarios y revistas. A lo largo de su trayectoria, ha sido reconocida con premios como el Sant Jordi y el Ramon Llull, y, en 1990, galardonada con la Creu de Sant Jordi por la Generalitat de Catalunya.
Desde el Portal del Roser
Por ello, a iniciativa de La Casa de les Lletres y de la Associació de Professionals i Estudiosos en Llengua i Literatura Catalanes (APELLC), Llorenç Soldevila ha trazado un recorrido que «permite empezar en el Portal del Roser y seguir, en cierto orden, por la Part Alta de Tarragona y bajar hacia El Serrallo, para después seguir a pie hasta la Platja del Miracle y terminar en el Fortí de la Reina».
Así, después de meses de maduración, el fruto de la Ruta literària d’Olga Xirinacs se recoge en un libro editado por el Ayuntamiento de la ciudad. El resultado es una prolífica cosecha literaria que reseña veinticinco lugares, como por ejemplo la casa familiar, arropados por los textos de la escritora, como un poema que evoca su nacimiento, el de los recuerdos familiares en plena posguerra o los versos que dedica a la visita que le hizo el poeta Vicent Andrés Estellés.
Todas las piezas
Desde esta perspectiva, Llorenç Soldevila destacó que «Olga Xirinacs, en todo el momento, a lo largo del periplo de organizar esta ruta, ha estado atenta a lo que le pedía», mientras que de la creación de la iniciativa explicó que «una vez tuve la estructura, era cuestión de coger las piezas y colocarlas».
Como anécdota, el filólogo hizo referencia explícita a que «de algunas de estas piezas, Olga no había escrito literatura, y en un ataque de osadía le pedí que escribiera un poema que hablase de la Plaça de la Font y otro del Teatre romà. Y ella, atenta y obediente, lo hizo». Por alusiones, Olga Xirinacs replicó que «los dos lugares no me inspiraban y por eso no había escrito nada, pero por obediencia poética le hice caso».
De los orígenes de la ruta, Llorenç Soldevila rememoró uno de los encuentros con la autora tarraconense. «De Olga Xirinacs, antes de venir a Tarragona a entrevistarme con ella en el año 2010, conocía algún libro de poemas y la novela Al meu cap una llosa. En ese momento me atrajeron sus dietarios. Lo que me llevó a regresar y hablar de sus lugares literarios. Ella me habló de Mont-ral, por lo que me faltó tiempo para ir, conocer el paisaje y la unión con la literatura de la autora y, entre otras fotografías, le hice la del final del libreto». A partir de ese momento, aseguró el filólogo, «hice una inmersión en la literatura de Olga Xirinacs, en los libros de poesía, cuentos, novelas y, evidentemente, en otros textos que podían dar pie a crear lugares literarios».
Por otro lado, Llorenç Soldevila también incidió en que el itinerario descubre espacios de la ciudad que «tal vez para mucha gente de Tarragona pasen desapercibidos, como el Cementiri de Anglesos o dels Jans».
Por consiguiente, el filólogo dijo que «no tendría más interés del arqueohistórico si no fuese por la plusvalía que le brinda la literatura creada por Olga Xirincs. Al mismo tiempo, el lugar literario brinda, también, una plusvalía a la literatura, es decir, el fragmento imaginado o no en el Cementiri dels Anglesos gana en intensidad. Es una compensación de vasos comunicantes».
Por último, en un ejercicio de sinceridad, Llorenç Soldevila reconoció que «después de crear la ruta, mi visión de Tarragona es muy diferente. Mentalmente, Tarragona está en mi cabeza gracias a los lugares que van unidos a la obra de Olga Xirinacs». Es la magia de la literatura.