Romper el sesgo de género para salvar vidas
Desde el punto de vista médico y testimonial, el libro ’Ets una exagerada’ analiza trece enfermedades que se diagnostican y tratan a partir de un modelo de hombre universal
«El diagnóstico no fue un trauma, los rasgos que me diferenciaban del resto tenían un nombre», explica Laia Huerta, convencida de que «no cree que sea un estigma tener un trastorno del espectro del autismo (TEA) y altas capacidades; al contrario, ponerle nombre a lo que le ocurría ha sido una liberación».
«Si hubiese sido un hombre, no me hubiesen mantenido con un diagnóstico de ansiedad durante tantos años», asegura Elena Martínez. «La medicina olvida las necesidades vitales de las jóvenes con cáncer de mama», según Cristina Massa, mientras que Anna Maria Bayona dice que «tenía alucinaciones porque la medicación no era la correcta y mi cuerpo no la eliminaba».
«Durante el parto me sentí violada», confiesa Saioa Baleztena. A través de su testimonio, «denuncia públicamente y sin pelos en la lengua la violencia obstétrica que sufrió. Y también quiere aportar elementos a una mejora del sistema para que se deje de infantilizar a las mujeres y se escuche con empatía unos procesos naturales que no deberían depender de unos protocolos estrictos que no tienen en cuenta las emociones que se viven durante el parto».
Título: Ets una exagerada. Biaix de gènere i sexe en salut
Autoras: Isabel Muntané y Blanca Coll-Vinent
Editorial: Raig Verd
Páginas: 224
Precio: 22 euros
Desde la investigación y la innovación hasta el diagnóstico y el tratamiento. Reivindicar la perspectiva de género en la salud, más allá del modelo de ‘hombre universal’, se ha convertido en una necesidad. Un reclamo que, ahora, se presenta en forma de libro: Ets una exagerada. Biaix de gènere i sexe en salut (Raig Verd), en el que han colaborado el Hospital Universitari Vall d’Hebron, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol y el Hospital Clínic Barcelona. La publicación ha sido dirigida por la periodista Isabel Muntané y la médica Blanca Coll-Vinent.
El proyecto colaborativo pone el foco en trece enfermedades que se diagnostican y tratan a partir de una mirada androcéntrica, que ha considerado el sexo masculino el referente universal donde centrar sus estudios.
Por esta razón, hospitales, médicos y médicas comparten un objetivo común: «aplicar la perspectiva de género para enmendar incorrecciones históricas de la investigación médica, actualizar los procesos y revisar las prácticas que se acerquen a una atención más individualizada».
Un mensaje coral en el que destacan las voces de diferentes testimonios de pacientes que explican en primera persona cómo estas prácticas les han afectado. De manera unánime, invitan a reflexionar que aprender y mejorar en perspectiva de género es necesario y urgente.
«El cuerpo de un hombre y una mujer no funcionan igual. Debemos tener en cuenta estas diferencias para ofrecer los mejores diagnósticos y tratamientos», argumenta la Doctora Elisa Llurba, del Hospital de Sant Pau. «Deberíamos reescribir la medicina desde cero, este libro de muestra todo lo que no sabemos y todo lo que no hacemos», concluye.