Estela Lladó-Carbó: «Contra el dolor, la neuromodulación puede reprogramar el cerebro»
La neurofisióloga clínica indica que también es efectiva para la depresión y que el objetivo es reducir el tratamiento farmacológico
Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona, la Doctora Estela Lladó-Carbó ha dedicado su carrera a las Neurociencias, específicamente, a la Neurofisiología Clínica. Es CEO y Directora Médica de Neurotoc, empresa de Neurociencias aplicadas, y, en la actualidad, coordina el grupo de trabajo de Neuromodulación de la Sociedad Española de Neurofisiología Clínica. La semana pasada participó en la XIV Reunió Anual de la Societat Catalana de Neurofisiologia Clínica que tuvo lugar en el Hospital Universitari Sant Joan de Reus. En su intervención, puso en valor los beneficios de la neuromodulación en el tratamiento contra el dolor y la depresión.
A diferencia del tratamiento farmacológico del dolor y la depresión, ¿qué se consigue con la neuromodulación?
No se trata de sustituir al 100% el tratamiento con otras opciones terapéuticas que ya funcionan, como podrían ser los fármacos o la psicoterapia, sino de ofrecer más opciones, que pueden ser complementarias. La neuromodulación ofrece una medicina más personalizada en función de las características y necesidades de cada caso. Hablamos de la intervención del sistema nervioso a través de estímulos eléctricos o magnéticos (entre otros), con el objetivo de promover la activación, inhibición, regulación y/o modificación de la actividad cerebral, con la ventaja de tener una mayor precisión espacio temporal que los fármacos y de tener unos efectos que son reversibles en el tiempo. En el caso del dolor, los pacientes perciben el dolor de una manera diferente. Cuando hablamos de pacientes con dolor neuropático o depresión y farmacodependientes se genera un círculo vicioso. Se le prescribe una medicación para el dolor que sigue sin tratar la causa original, es decir, los fármacos mejoran la sintomatología, pero no radican en la causa.
¿Qué ofrece la neuromodulación?
La neuromodulación es una terapia eficaz, segura e inocua. Su implantación es relativamente sencilla, realizada en un centro hospitalario, el tiempo de las sesiones es corto y es compatible con la actividad diaria habitual. Además, es mucho más económica que los costes atribuidos a los fármacos, pudiendo tener un impacto muy favorable en nuestro sistema de salud actual. Para estos pacientes, la neuromodulación es una terapia de rescate, puesto que el dolor neuropático es incapacitante y afecta la calidad de vida, a nivel emocional, familiar, laboral, etc.
¿Cuáles son los criterios para empezar con el tratamiento?
Uno de los objetivos a medio plazo es reducir el tratamiento farmacológico, aparte de reducir el dolor que sería el objetivo principal. Entonces, uno de los criterios antes del inicio del tratamiento, por ejemplo, en los casos de dolor neuropático farmacorresistente es que el paciente presente dolor de forma más o menos constante en los últimos 4 meses, dentro de una escala de dolor alta, y que en los tres meses previos al inicio del tratamiento, la persona candidata no presente ningún cambio en la pauta farmacológica habitual.
¿Llegará el día en que estos pacientes estén libres de medicación?
Podría, sí. El tiempo lo dirá. Por este motivo, nunca debemos abandonar la investigación básica ni la medicina traslacional. La perseverancia es la clave.
¿En qué casos está indicada la neuromodulación?
Los campos médicos en los que se está explorando son, sobre todo, la depresión y el dolor neuropático farmacorresistente. También se está probando en casos de fibromialgia reumática, con resultados muy prometedores, así como dolores post ictus, migraña, Trastorno Obesivo Compulsivo, adicciones, parkinsonismo, afasia, algunos casos de epilepsia, entre otros. Personalmente, estoy interesada también en el campo del tinnitus.
¿En el caso de la depresión qué efectos tiene?
Modifica los niveles de excitabilidad del cerebro. La neuromodulación, a través de diferentes protocolos, puede aumentar o inhibir la excitabilidad cortical, dependiendo del paciente y del efecto terapéutico que queramos conseguir. En pacientes con depresión farmacorresistente, se han hecho estudios de neuroimagen que indican que en la enfermedad se puede observar una actividad asimétrica en el córtex prefrontal. Concretamente, en estas personas se distingue una actividad neuronal reducida en el córtex prefrontal dorsolateral del hemisferio izquierdo (a menudo poco activa en el paciente depresivo), que puede aumentarse con la neuromodulación). En estos casos, la estimulación eléctrica transcraneal, no solo trataría los síntomas de la depresión, sino probablemente una de sus redes neuronales involucradas. Es importante destacar que para la depresión es muy efectiva la neuromodulación. El metaanálisis más reciente de Fregni (2020) determinó que tiene un nivel de evidencia.
A pesar de los beneficios, todavía es desconocida.
En muchos casos, se trata de un tratamiento de tercera o cuarta línea, o peor aún, de rescate; cuando lo preferible sería que fuese de primera o segunda, o en combinación con otras terapias. Se trata de ofrecer tratamientos integrales. Cada persona respondemos de forma distinta a tratamientos similares. Los mismos profesionales médicos desconocen su existencia. Nuestra labor es difundir los beneficios para que los y las pacientes puedan acceder a ella, cuanto antes mejor.
Así lo hizo en el transcurso de la Reunió Anual de la Societat Catalana de Neurofisiologia que se celebró la semana pasada en Reus.
Como coordinadora del grupo de trabajo de Neuromodulación de la Sociedad Española de Neurofisiología, estoy intentando crear un grupo de investigación a nivel estatal para unificar protocolos entre los profesionales que trabajamos en distintos centros hospitalarios. Entre todos, debemos apoyarnos y fer piña, compartiendo experiencias, impulsando estudios y haciendo difusión, empezando por el colectivo de Neurofisiología y continuando por los demás profesionales sanitarios. Todas las especialidades médicas deben ser conocedoras del campo emergente de la neuromodulación.
¿Habla de biohacking?
En medicina de longevidad, nos referimos al biohacking cuando hablamos de técnicas y herramientas científicas y tecnológicas, como podría ser nuestro estilo de vida, mediante los cuales podemos optimizar la energía del cuerpo y la mente. Al final, queremos optimizar las capacidades humanas, y con nuestro cerebro queremos mejorar el rendimiento cognitivo, nuestra ansiedad, la memoria, el estado de ánimo. En este caso, también el dolor. ¿Quién puede ser uno mismo con un dolor constante como acompañante? La neuromodulación es una herramienta más que nos puede ayudar a reprogramar nuestro enigmático cerebro.
¿Esta reprogramación es para siempre?
Las neuronas poseen unos procesos de polarización y despolarización, podríamos hablar de una memoria celular, que se va olvidando poco a poco de los efectos de la neuromodulación, y necesitan volver a sentir ese estímulo. Tras hacer nuestro neurobiohacking a las neuronas (la neuromodulación) llega un momento en que alcanzan un pico de efecto máximo y después el efecto va bajando paulatinamente. Antes de que disminuya, debemos reforzar el biohacking, es decir, las sesiones deben ser continuadas en el tiempo.