40 años de la primera promoción de Enfermería en Tarragona

Con motivo de la efeméride, los diplomados y diplomadas se reencontrarán este sábado, 25 de mayo, en el Hospital Universitari Joan XXIII, para revivir recuerdos y anécdotas

«Estudié Enfermería porque siempre ha gustado estar al lado de las personas». Estas palabras corresponden a Carles Olivé Ollé (Valls, 1962), estudiante de la primera promoción de diplomados en Enfermería de la URV, en 1984, dependiente en aquel momento de la Universitat de Barcelona.

El enfermero Carles Olivé Ollé ejerce la profesión en el Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona. Foto: Cedida

Ahora, cuatro décadas después, él y sus compañeros y compañeras de estudios, así como profesores, ayudantes y profesores en prácticas, se reencontrarán este sábado, 25 de mayo, en Tarragona para celebrar la efeméride. Concretamente, el encuentro tendrá lugar a las 11 horas en el Edifici I del Parc Sanitari del Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona, que continuará con una comida.

De esta manera, la jornada será una ocasión para revivir recuerdos y vivencias: «Formar parte de la primera promoción fue todo un hito; mientras estudias no eres consciente, pero con el paso del tiempo te das cuenta de que éramos un grupo muy cohesionado; apoyándonos unos a otros, en momentos extremos, salimos adelante», asegura Carles Olivé.

En este sentido, el enfermero del Hospital Universitari Joan XXIII recuerda de manera especial la «actividad inmersiva» que realizaron en el tercer curso. «Hicimos unas prácticas de Enfermería Comunitaria y Salud Pública en pueblos como Falset, Móra d’Ebre, Ginestar, etc. Durante 15 días trabajamos codo con codo con los equipos de APD (Asistencia Pública Domiciliaria) y estuvimos en contacto directo con la población; fue una experiencia muy enriquecedora», rememora él mismo.

En cuanto a la evolución de la profesión, Carles Olivé valora que «mientras eres estudiante y durante los primeros años de ejercicio profesional, sobre todo te preocupa el aprendizaje y realizar las técnicas lo más precisas posibles; después, empieza a interesarte la atención integral y directa de las personas», asegura Carles Olivé.

Ahora, con la perspectiva que ofrece el tiempo, afirma el enfermero, «te das cuenta de que no solo tratas con una patología y un enfermo, sino que la persona está inmersa en una familia y todo su entorno se modifica cuando se produce una situación traumática».

Una vocación que comparte su compañera de promoción Gemma March, quien valora los cambios en la profesión de los últimos años: «El rol de la enfermería ha evolucionado en muchos sentidos, desde la atención al niño y al adolescente, así como el papel de las comadronas como referentes de salud de la mujer, la figura de las enfermeras en práctica avanzada y la gestión de casos como enfermeras expertas en complejidad». Todo ello sin olvidar que «estamos presentes en la formación de especialistas que deciden ampliar sus estudios con el Doctorado».

La comadrona del ASSIR de Tarragona, Gemma March. Foto: Marc Bosch

Una dedicación que le da pie a Gemma March a reivindicar la profesión enfermera: «Tenemos una historia universitaria que viene de lejos, ni más ni menos que 40 años, por lo que estamos formadas y formados para atender en todas las curas necesarias a la población».

En este sentido, la comadrona del ASSIR de Tarragona valora que «la puesta en marcha de la Diplomatura de Enfermería contribuyó a un reconocimiento de la profesión y de la atención integral del enfermo, en beneficio de los y las pacientes y como una garantía de profesionalidad».

Por último, Carles Olivé tiene el siguiente mensaje para las futuras generaciones: «Después de 40 años, y a pesar de las trabas, las dificultades, la vida en sí misma.... volvería a estudiar Enfermería».