La cambrilense Raquel Lara, pura devoción por el flamenco

A sus 21 años, ha sido elegida para formar parte del elenco del Ballet Español de la Comunidad de Madrid

Con tan solo 21 años, la cambrilense Raquel Lara se ha labrado un camino de éxitos. El más reciente es haber sido elegida para formar parte del Ballet Español de la Comunidad de Madrid, bajo la dirección del bailaor y coreógrafo Jesús Carmona.

«Decidí presentarme a las audiciones porque llevo toda la vida bailando; ni más ni menos que con doce años me vine a Madrid, junto a mi familia, para iniciar mi carrera de danza profesional, y desde entonces he tenido claro que quería dedicarme a ello», rememora la joven.

Así, con las ideas tan claras, no se lo pensó dos veces a la hora de apuntarse a las pruebas: «Era una oportunidad que debía aprovechar, porque si salía bien, maravilloso, y si no, hubiese sido una experiencia más como muchas otras».

Disfrutar en el escenario

Un pensamiento positivo que ha tenido su recompensa, puesto que entre los 464 artistas que se han presentado para ocupar alguna de las 23 plazas que conformarán el elenco, Raquel Lara obtuvo la mejor nota.

En cuanto a cómo cautivó al jurado, asegura que «realmente lo desconozco; lo único que recuerdo es que disfruté muchísimo de la audición, ya que no pensaba en si me iban a escoger o no; simplemente, fui a bailar y a demostrar lo que era capaz de hacer en el escenario».

Razón por la que, asegura, en ningún momento perdió la sonrisa en las diferentes pruebas. «Fueron tres días de semifinal, a mí me tocó el tercero, y que consistió en una clase de clásico, dos o tres minivariaciones de escuela bolera, una de estilizada y otra de flamenco; mientras que quienes llegamos a la final hicimos una clase de clásico, una variación de bolera, otra de estilizada y una de flamenco ante Jesús Carmona y, por último, una improvisación de salida por Alegrías», detalla Raquel Lara.

Sobre la improvisación, la joven bailarina cambrilense aprovechó su experiencia en diferentes tablaos para, asegura, «dejarme llevar por el cante y la guitarra, y bailar».

En cuanto a qué sintió cuando fue elegida, dice que «primero, entré en estado de shock y, después, cuando vi la nota empecé a llorar; seguidamente, llamé a mis padres». Sentimientos que todavía tiene a flor de piel: «A día de hoy me sigo emocionando».

Un éxito que se suma a su reciente elección para formar parte del proyecto de la compañía profesional de flamenco de Tarragona, impulsado por las bailaoras Inés Rubio y Beatriz Higueras. «Me hace mucha ilusión bailar en Tarragona, así que compaginaré mi dedicación en el Ballet Español y el proyecto de Tarragona», afirma la bailaora cambrilense, quien confiesa que «en todos estos años, he aprendido a centrarme en el presente y en mi formación, y a disfrutar de todas las experiencias que vayan surgiendo».

Devoción por el flamenco

Una muestra de su consagración por la danza española que se remonta a su infancia. Raquel Lara empezó a dar sus primeros pasos en el mundo de la danza cuando tenía seis años.

«Por aquel entonces, recibía clases en la Escola de dansa Susana Escobedo de Cambrils; más tarde fui a la Escola de Dansa i Arts Escèniques Artis de Reus. Cuando terminé los estudios debía escoger entre irme a Barcelona o Madrid; finalmente, me decanté por esta última opción porque de este modo mis padres podrían acompañarme», explica la cambrilense.

De este modo, la joven ingresó en el Real Conservatorio Profesional de Danza ‘Mariemma’, en la especialidad de Danza Española, donde realizó seis cursos. Ahora, continúa con su formación en el Conservatorio Superior de Danza María de Avila, donde realiza el segundo curso de Pedagogía de Danza Española. En este sentido, reconoce que se inspira en referentes como «Gema Moneo, la tarraconense Belén López y Carmen Amaya, bailaoras que han hecho historia, así como Marcos Flores y Miguel Ángel Heredia».

De esta manera, la bailaora cambrilense sigue dando pasos firmes en el mundo de la danza impulsada por su devoción por la danza española: «Siento el flamenco en todo lo que hago. El flamenco es mi vida, no me imagino mi vida sin el flamenco porque no sabría vivir sin él», asegura.

Por esta razón, en su lista de deseos se incluye «por un lado, actuar en el Tablao Flamenco Cordobés de Barcelona y, por otro, en el Corral de la Morería de Madrid», si bien ya se siente complacida por «haber tenido la oportunidad de bailar en el madrileño Flamenco de Leones, dirigido por el bailaor Jonatan Miró; fue como estar en una nube, un momento que siempre recordaré».

Una experiencia que a Raquel Lara le brinda la maestría para aconsejar a los futuros bailaores y bailaoras de flamenco que «no tiren la toalla porque la danza es una carrera de fondo, y que cuando menos te lo esperas, todo el trabajo y el esfuerzo tienen su recompensa y los sueños se hacen realidad».