Una mirada contemporánea de ‘La plaça del Diamant’ en Reus
La directora teatral Carlota Subirós redescubre, hoy, 18 de enero, en el Teatre Fortuny, la novela de Mercè Rodoreda
«La plaça del Diamant, de Mercè Rodoreda, es uno de los referentes de la literatura catalana y un clásico de la posguerra. La revisión de nuestro patrimonio es un deber ético e histórico de un teatro nacional. Somos nuestra memoria». Siguiendo la estela de estas palabras, el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) sigue de gira por Catalunya para dar a conocer, a través de una mirada contemporánea, el universo de Mercè Rodoreda. Así, la obra La plaça del Diamant hará parada hoy en el Teatre Fortuny de Reus (20.30 h) y el 26 de enero en el Teatre Auditori Felip Pedrell de Tortosa, entre otros escenarios catalanes.
Natàlia es una mujer humilde del barrio de Gràcia. El río de su vida recorre los trasiegos de la Segunda República, la guerra y la miseria del franquismo. En su adaptación, Carlota Subirós y Ferran Dordal apuestan por brindar todo el protagonismo a la voz de Natàlia, a través de un equipo de once actrices de edades y perfiles diversos (Lurdes Barba, Màrcia Cisteró, Montse Esteve, Paula Jornet, Vicenta Ndongo, Neus Pàmies, Anna Pérez Moya, Alba Pujol, Vanessa Segura y Yolanda Sey), acompañadas por la música en directo de la compositora Clara Aguilar. «No queríamos encarnar a Natàlia en una única actriz, sino que muchas intérpretes nos diesen diferentes resonancias de la historia de este personaje», explica Carlota Subirós, quien recuerda que «en su novela Mercè Rodoreda nunca describe como es Natàlia, puesto que todo lo vemos a través de sus propios ojos... De hecho, este aspecto es el que nos ha motivado a confiar en un grupo diverso de actrices, todas ellas extraordinarias».
De esta manera, las voces y las acciones de las once intérpretes se tejen continuamente a lo largo del espectáculo, a veces de manera ricamente coral, otras favoreciendo momentos de intimidad. Así, Carlota Subirós y Ferran Dordal generan un calidoscopio que «descubre todos los matices y contrastes de la vida de Natàlia», que en palabras de Carlota Subirós «resuenan en nuestras vidas, y con las vidas de nuestras madres y abuelas y bisabuelas».
Con este potente grupo de once intérpretes, el espectáculo quiere explorar como los gestos y las vivencias de las mujeres se transmiten y se transforman de una generación a la otra; como una misma historia se puede desplegar de mil maneras, sin perder su esencia. «La novela es tan apreciada y popular que todo el mundo, de alguna manera, tiene su propia imagen de la plaça del Diamant y de la Colometa, por lo que cuando nos planteamos de qué manera podíamos llevar a escena el texto, tuvimos claro que debía ser a través de una mirada contemporánea, es decir, una reflexión sobre qué resuena en nuestro interior cuando oímos la historia de Natàlia explicada por ella misma», afirma Carlota Subirós.
La misma pone en valor que «en la novela, Natàlia describe con una precisión maravillosa todo lo que le ocurre y lo que la rodea, pero nunca dice lo que piensa; un silencio que es una de las fuerzas comunes de la obra y de las que más inquieta del personaje, por lo que significa en la historia de las mujeres el abstenerse de expresar cualquier opinión». Un contexto que da pie a la directora teatral para «invitar a las mujeres a explicar su historia y a alzar la voz, es decir, a mirar al pasado para darnos cuenta de lo que ha cambiado y de lo que queremos seguir cambiando, y sobre todo para celebrar la tenacidad, la fortaleza y la valentía de las que lo han hecho posible».