La vendimia a través de los cinco sentidos
Pasear entre viñedos con la mascota o saborear un desayuno de ‘pagès’ son algunas de las actividades
Descubrir, conocer y degustar son los tres pilares de la variedad de actividades enoturísticas que, coincidiendo con la vendimia, proponen las bodegas de la provincia.
«Entender el vino como un elemento imprescindible en nuestro día a día: esta es nuestra filosofía». De conformidad con este principio, el Celler Masroig (DO Montsant) abre sus puertas para desvelar sus secretos a los visitantes. Entre el abanico de propuestas destaca Pasea entre viñedos con tu mascota. «Al aire libre, la actividad está pensada para aquellas personas que viajan con su perro, ofreciéndoles la oportunidad de visitar los viñedos y disfrutar de una cata de cuatro vinos a pie de viña», explica la responsable de enoturismo del Celler Masroig, Neus Rodríguez.
Otra de las actividades singulares es Los aromas del vino. «Se trata de una experiencia inmersiva en la que, además de conocer las instalaciones de la bodega, los visitantes interactúan y descubren de primera mano las diferentes esencias que representan, definen y diferencian nuestros vinos a través del circuito de aromas», detalla Neus Rodríguez.
Por su parte, el Desayuno entre viñedos invita a adentrarse en la viña para disfrutar de un desayuno de ‘pagès’, a base de pan con tomate, quesos y embutidos de la zona, todo ello maridado con una cata de vinos y aceite de oliva. Una experiencia gastronómica que culmina con la visita de las instalaciones vinícolas.
Siguiendo esta estela, la bodega Perinet (DOQ Priorat) celebrará el próximo 30 de septiembre la Festa de la Verema, una jornada que «invita a vivir la magia de la elaboración del vino mientras te sumerges en los secretos de crear los exquisitos vinos del Priorat». «Nuestros expertos y el equipo de la bodega harán de guías, revelando el fascinante mundo de la cultura y el estilo de vida del vino», destacan desde la bodega.
El mismo día también se celebrará la Festa de la Verema de la Cooperativa Agrícola de Llorenç del Penedès, a partir de las 18 h, que incluirá visitas guiadas a la bodega modernista obra del arquitecto Cèsar Martinell, food trucks y música en directo.
Un ejemplo de que los encantos del enoturismo no tienen fin. «En época de vendimia, son poder acercar a las personas el mundo del vino desde el territorio; permitir que se ensucien las manos, que disfruten del sol y del aire libre y que después puedan disfrutar del vino fruto del trabajo». Con estas palabras, Pilar Ferrando, directora de Vinomi Rural Experience, empresa que gestiona el enoturismo en Cellers Tarroné (DO Terra Alta), pone en valor las diferentes propuestas, que aglutinan «desde actividades culturales hasta conciertos de jazz, pasando por presentaciones de libros, o una tarde de poesía y vino». Porque en opinión de Pilar Ferrando, «los visitantes buscan disfrutar, distraerse, aprender y entender el territorio, es decir, es una oportunidad para poder vincularse al territorio, porque el vino es cultura». Por último, destaca que «descubrir lo que se esconde detrás de un vino es poder entender nuestra pasión, compromiso y amor por la tierra, lo que nos motiva cada día para ser mejores».
Siguiendo este hilo conductor, desde la bodega Herència Altés (DO Terra Alta) subrayan que «durante la vendimia, los aromas a vino todavía están más presentes», afirma la copropietaria de Herència Altés, Núria Altés, quien rompe una lanza a favor de que «la Terra Alta muestra todo su esplendor a través del paisaje, los márgenes de piedra seca, los cultivos diversos y las historias de vida. Sin paisaje no existe la posibilidad de defender nuestro vino, es decir, el enoturismo pasa por la preservación del paisaje».
Así, entre las propuestas que organizan, «la más común es Descubriendo Herència Altés, cuando se trata de una primera visita; después, la Wine Lovers invita a adentrarse en la identidad de la bodega a través aquellos vinos que son la nineta dels nostres ulls», afirma Núria Altés. Otra modalidad de experiencia enoturística es Al Ritmo de la Garnatxa Blanca, «que permite descubrir el gran valor y versatilidad de nuestra variedad más preciada, la Garnatxa Blanca», mientras que «Un Bocado de paraje insta a conocer el proyecto medioambiental de la bodega, siguiendo un itinerario señalizado, para observar el patrimonio natural y cultural que nos rodea, y disfrutar de un pícnic».
En virtud de esta variedad de actividades, los enoturistas «buscan experiencias vivenciales y conocer de primera mano el territorio, la bodega, quienes habitan la zona y la historia de los vinos, es decir, qué se esconde detrás de cada botella». Por todo ello, Núria Altés se siente afortunada de «tener un territorio rico en cultura, historia y patrimonio, que debemos poner en valor, para que toda persona que nos visite sea la mejor embajadora».