Fofito: «El humor de la familia Aragón siempre ha sido muy sano»

‘Viva el circo 2’ es el nuevo espectáculo con el que regresa a Tarragona, hasta el 28 de abril, después del éxito del año pasado. Más canciones y más acrobacias y malabares con artistas internacionales

Más magia, más circo y más diversión para toda la familia es lo que promete Fofito en su nuevo espectáculo Viva el circo 2, bajo la gran carpa situada junto al Nou Estadi Costa Daurada de Tarragona. Hasta el 28 de abril, el público podrá cantar, reír y dejarse impresionar por los números de grandes artistas internacionales. Las entradas están disponibles en la página web www.vivaelcirco.com.

Después del éxito del año pasado, regresa a Tarragona.

Sí, con un espectáculo totalmente nuevo. Como repetimos plaza, las canciones no son las mismas y tampoco los números sobre la pista. El público podrá disfrutar de un espectáculo de circo para toda la familia, viendo a los acróbatas, payasos, ciclistas, magos... Además, los niños y las niñas, cuando entran en la carpa, se quedan sorprendidos de ver a sus abuelos tarareando, La gallina turuleca, Don Pepito, Susanita tiene un ratón... Por otro lado, desde que yo empecé, el mundo del circo ha cambiado mucho, como por ejemplo la iluminación con luces de colores que le dan mucha vida.

Para usted, ¿son importantes las canciones a la hora de preservar la memoria?

Lo son mucho. Estuve una temporada intentando hacer el espectáculo con canciones nuevas, cantadas por Fofito; pero, al terminar, cuando el público se me acercaba, me decía que prefería las canciones de siempre.

Después de tantos años, ¿cuál es el secreto para no perder la ilusión?

Por un lado, sigo teniendo los nervios que pasas antes de que te anuncien, y, por otro lado, me entusiasma salir a la pista y hacer reír al público.

«Como poco, pero muy a menudo. En mi desayuno no falta un buen bollo y un café descafeinado. También me gusta la comida casera»

¿Por qué?

Hacer llorar es muy fácil, pero hacer reír es mucho más difícil. Entonces si logro, sanamente, hacer reír al abuelo y al nieto, me doy por satisfecho.

¿Cómo consigue hacer reír?

Todo lo que sé lo he aprendido de mi familia. Soy la octava generación y tengo guiones, guiones y guiones desde la época de mi tatarabuelo... Hago reír sanamente, porque es muy fácil contar un chiste y al final soltar una palabrota para arrancar las carcajadas. El humor de la familia Aragón es sano y con un margen de improvisación muy bonito, lo que transmite naturalidad frente al público.

¿Por qué es importante contagiar el sentido del humor?

Tal y como está el mundo, lo paso muy mal cuando leo, escucho o veo determinadas noticias porque a muchos de esos países he viajado con la familia y hemos actuado. Entonces, hay que buscar una vía de escape.

Con los años, ¿de qué más ha disfrutado?

He disfrutado mucho de la experiencia de viajar con la familia. También he aprendido idiomas para hacer reír en inglés, alemán, etc. Voy aprendiendo día a día.

¿El mundo del circo vive una época dorada?

Sí. El ejemplo es que en menos de un año y medio hemos cambiado dos veces de espectáculo, y que ahora estrenamos en Tarragona.

La figura del payaso también ha evolucionado.

Antes, el payaso, principalmente el americano, se pintaba la cara con muchos colores, sobre todo blanco y rojo, además de la nariz roja; pero mi familia estudió por qué los niños y las niñas no se acercaban a ese tipo de payaso y descubrió que se asustaban por el maquillaje. Por ello, simplemente nos quedamos con la nariz, que la de la familia Aragón no es roja. Es como una masilla que moldeas sobre tu propia nariz y con el maquillaje disimulas la unión entre la pasta y la cara.

¿Cómo se mantiene en forma?

Como poco, pero muy a menudo. En mi desayuno no falta un buen bollo, junto a un café descafeinado. También me gusta la comida casera, como las lentejas, judías, ensaladas, el filete...

¿Le gustaría volver a la tele?

Si es un programa como el que hacíamos en aquella época, sí, por qué no. Aunque a diferencia de la aventura de la tele, en el circo la respuesta del público es inmediata con los aplausos y, si eres hábil, la primera carcajada.