La estela de éxitos de Marta Viladrich, Alba G. Corral y Judit Beltri
Profesión. La bailarina, la artista visual y la actriz, respectivamente, repasan algunos de los hitos de sus meteóricas carreras, así como sus motivaciones para seguir desarrollando proyectos
Mujeres, artistas y emprendedoras. Aunque no son las únicas, la bailarina Marta Viladrich (Tortosa), la artista visual Alba G. Corral (La Ràpita) y la actriz Judit Beltri (Sant Jaume d’Enveja) son ejemplos de referencia y de inspiración en el mundo de las artes escénicas. En valores como la constancia y la dedicación se apoyan sus principales logros profesionales que las han proyectado a lo más alto de la escena nacional e internacional, en sus respectivas disciplinas escénicas y artísticas.
Asimismo, las tres forman parte de la red Col·lectiu Cultura, que se propone identificar, conectar y visibilizar la comunidad creativa de proximidad y contribuir, así, a la profesionalización y al desarrollo de las artes y la cultura. Como miembro, Alba G. Corral destaca que «Col·lectiu Cultura engloba la creatividad, la sinergia y la efervescencia cultural que se respira en las Terres de l’Ebre, creando conexiones entre quienes vivimos aquí», a lo que Marta Viladrich añade que «hay una tendencia a favorecer la descentralización», y subraya que «para nosotros, las artistas, son un soplo de aire fresco, una ayuda para crear red, a sentirte algo menos invisible y menos sola, porque está claro que la cultura, la creación, la innovación y el arte no entiende de mapas ni ciudades ni modas ni fama».
Marta Viladrich: «No viviré suficientes años para aprender todas las cosas que desearía»
Nacida en Tortosa, Marta Viladrich dirige y forma parte de la compañía de danza Cia.Entrelles, ha creado una escuela de claqué y danza (Clandestap) y pinta y trabaja en otros proyectos artísticos. «Desde pequeña he sido ‘multivocacional’, siempre me han atraído diferentes actividades artísticas. Opino que todas las artes se retroalimentan proporcionando una gran riqueza cultural a los proyectos», asegura Viladrich.
Estudió la carrera de Bellas Artes y paralelamente continuó bailando y formándose. «Ahora, tengo el privilegio de poder hacer los proyectos de diseño o ilustración que realmente quiero y dedicar el resto de mi tiempo a Clandestap, a la Cia.Entrelles y a trabajar y compartir iniciativas con otros artistas del territorio. Es cierto que mis estudios de Bellas Artes siempre me han servido como herramienta en muchos aspectos de la creación artística, en el ámbito conceptual, escenográfico, compositivo, vestuario, colores...», asegura.
Así, la investigación es esencial en su trabajo. «Para mí es una necesidad; soy incapaz de crear sin investigar, porque si conozco bien aquello que me inspira, el resultado es más honesto, real, fruto de un proceso de maduración». Por todo ello, sus ganas de salir al escenario son las mismas que las del primer día. «No viviré suficientes años para aprender todas las cosas nuevas que desearía. Creo que hacerse mayor cuando trabajas con tu propio cuerpo es un proceso complicado que debes aprender a aceptar; por muy bien que estés, nunca estás igual de bien como cuando eras más joven, pero el lenguaje del cuerpo es infinito y la experiencia es una herramienta que te ayuda a saber estar en un escenario, a saber explicar historias y a crear desde una perspectiva más madura y consciente».
Alba G. Corral: «Observo el Delta para plasmarlo en mi obra»
Alba G. Corral (b. 1977 – Madrid) con base en Catalunya (La Ràpita) es artista visual, desarrolladora de código y docente. Con formación en ingeniería informática, Corral ha estado creando arte utilizando el software durante la última década. «Antes de vivir en La Ràpita, en Barcelona trabajé en la agencia de publicidad Herraiz Soto, donde surgió la oportunidad de hacer un curso de programación creativa en el Centro de Producción e Investigación de Artes Visuales Hangar impartido por Joan Soler-Adillion», explica. Después, a raíz de trabajar en el Estudio Mariscal -recuerda- «me empapé de creatividad y arte; y, poco a poco, mi carrera visual dejó de ser un hobby para convertirse en una profesión».
Es conocida por sus actuaciones audiovisuales en vivo donde integra la codificación y la elaboración, en colaboración con músicos en tiempo real. Así, ha estado de residencia artística en el Palau de la Música, trabajando con Marco Mezquida & Juan de la Rubia, y colaborado en proyectos con Hara Alonso, Björt Rùnars, Carles Viarnès y Briggite Vasallo.
Es una habitual de Eufònic, Keroxen y Sonar+D, y a nivel internacional ha trabajado con artistas como Jhon Hopkins, Lawrence Rothman y la orquesta Sinfónica de Glasgow.
Sus creaciones visuales son el reflejo de la naturaleza. «Me gusta plasmar movimientos y comportamientos de la naturaleza», explica, y no se cansa de «observar el Delta para plasmarlo en mi obra».
Thalastasi: La sinfonía del océano que ilumina los invisibles es el último proyecto de cocreación artística y científica en el que ha colaborado, junto con los científicos Pablo Sánchez y Vanessa Balagué y el espacio sonoro de Playmodes y el estudio creativo SHOOK. Una nueva oportunidad para sumergirse en el universo de la artista.
Judit Beltri: «Quiero incomodar y remover con mis textos»
Actriz y dramaturga, Judit Beltri (Sant Jaume d’Enveja, 1993), estudió en la Escola Superior d’Art Dramàtic EÒLIA de Barcelona. Después, continuó su formación en la escuela de teatro italiana L.U.PA de Torino, especializándose en teatro físico experimental. «De pequeña, era muy curiosa, me gustaba explorar, inventar, crear diálogos... Con seis años, mis padres me apuntaron a teatro», explica la artista. Después, no fue hasta los 23 cuando sintió una revelación: «Me propuse explorar y viajar para salir de mi zona de confort y círculo cercano; y así nutrirme de experiencias nuevas, cultura, gente, etc.».
Más tarde, coincidiendo con la pandemia, experimentó otra catarsis, de la que rememora que «decidí empaparme de más conocimientos, por lo que me trasladé a Italia para aprender todo sobre la disciplina de Jerzy Grotowsky, que se centra en el trabajo físico y psicológico del actor».
Entre sus proyectos destaca Atarantades, una obra escrita, dirigida e interpretada por ella misma, bajo la dirección de Giorgia Catania, a raíz de la adaptación de la novela Yeguas exhaustas, de Bibiana Collado Cabrera. «Supuso lanzarme al vacío. Lo hice porque el trasfondo de la novela resonaba en mi interior, puesto que habla de la mujer rural, de la mirada del cuerpo hacia la sociedad, etc. Por esta razón, estrenarla coincidiendo con el 8-M en Sant Jaume d’Enveja fue también una experiencia catártica», afirma Judit Beltri.
De esta manera, el corazón de la intérprete late en busca del equilibrio entre la dramaturgia y la interpretación porque «siento que tengo la responsabilidad de transmitir nuevos mensajes, que a la vez nos incomoden y remuevan por dentro».