Irene Benavent y su íntima oda a la cotidianidad en L’Espluga de Francolí
La reusense estrena ‘Les Formigues no surten quan plou’, el sábado, 13 de julio, en el marco del ciclo ‘Simbiosi’ de artes en vivo
Muchas veces estamos absortos en nuestro mundo, mientras fuera puede haber ruido, gente trabajando... Nuestro micromundo puede reflejar el universo entero. De lo pequeño a lo general, de lo local a lo global, del todo al silencio, del silencio a la saturación... La vida son contrastes y mientras la vida pasa, vivimos absortos en nuestro pequeño mundo.
Esta es la atmósfera que rodea el espectáculo de teatro-danza Les Formigues no surten quan plou, que la actriz y bailarina reusense Irene Benavent estrenará este sábado, 13 de julio (18.30 horas). Será en el marco del ciclo Simbiosi de artes en vivo, que impulsa la finca agroecológica y cultural Lligams Orgànics. Las entradas están disponibles a través de la plataforma Entrapolis.
El estreno irá precedido de una introducción poética a cargo de la rapsoda Blanca Martínez que hablará del micro y macrocosmos, para dar cuenta al público de la importancia de tener consciencia de nuestro entorno.
Del espectáculo, Irene Benavent explica que Les Formigues no surten quan plou es una oda a la cotidianidad, de cómo nuestras abuelas y madres pelaban judías verdes o tendían la ropa, recuerdos que, a su vez, te conectan con diferentes sensaciones, emociones y olores», y añade que «todo está relacionado con la vida rural en el Camp de Tarragona, la tierra, la payesía... Las pequeñas cosas del día a día que lo hacen único y especial».
El resultado es una pieza de 16 minutos de duración «en la que la danza está presente de igual manera que el teatro de texto», describe Benavent, quien argumenta que «con el paso de los años, me he dado cuenta de que he desarrollado, en la manera de explicar las cosas, mi propio lenguaje escénico».
En esta ocasión, contextualiza la bailarina reusense, «el espectáculo resulta una metáfora, es decir, la danza me permite transmitir matices, sensaciones y detalles, sin necesidad de utilizar la palabra; mientras que el texto que recito me sirve para construir lo contrario, argumentar la conexión entre la tierra, la vida y la muerte». Y es que todo forma parte del ciclo vital de la naturaleza.
Un espacio-tiempo en el que la música también tiene su propio ritmo. «En el ámbito musical, he contado con la producción de Marco Ecléctico. Desde el principio, tuve muy claro que la música debía ayudarme a transitar por diversos estados anímicos en diferentes momentos. Por ello, por un lado, algunos sonidos evocan directamente a la naturaleza -como puede ser la lluvia, el viento-, y, por otro, las canciones contribuyen a transportarnos hasta cada uno de los estados de ánimo», detalla Irene Benavent, quien la semana pasada presentó el espectáculo ante el público del Festival Test de Gironella (Bages).
«Los espectadores disfrutaron de la sencillez y el minimalismo porque el espectáculo ensalza la belleza de la simplicidad», afirma la actriz, quien avanza que «después de pasar por el Festival Test, me han ofrecido una mini gira por diferentes localidades del Bages, durante los meses de octubre y noviembre». De esta manera, Les Formigues no surten quan plou seguirá su andadura en el camino de la cultura.