Implementan esfínteres urinarios artificiales en hombres con incontinencia severa
El Hospital Sant Joan ha empezado a realizar la técnica. Los dispositivos permiten acabar con las pérdidas de orina y mejorar la calidad de vida de los pacientes
El Servicio de Urología del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, compuesto por 7 médicos especialistas, ha empezado a implementar esfínteres urinarios artificiales y mallas suburetrales regulables en hombres con incontinencia urinaria severa y leve, respectivamente. Hasta ahora, los pacientes debían desplazarse a otros centros hospitalarios fuera de la provincia para recibir este tratamiento.
«Los esfínteres urinarios artificiales son dispositivos que se implantan en personas con incontinencia urinaria severa, que se caracteriza por la pérdida de más de 500 gramos de orina al día», explica la doctora Mercè Pascual, adjunta del Servicio de Urología y responsable de la Unidad de Urología Funcional, que atiende problemas pélvicos y cuestiones relacionadas con la incontinencia urinaria, tanto en hombres como en mujeres.
Antes de implementar el dispositivo, se somete al paciente a una completa evaluación. En la Unidad de Urología Funcional, realizan un estudio urodinámico, para ver cómo funciona la vejiga, y una cistoscopia, para conocer el estado de la uretra y el tramo urinario inferior. Los pacientes también aportan información a través del test del pañal –con las pérdidas de orina durante 24 horas durante tres o cuatro días–, y las anotaciones del diario miccional –con las veces que van al baño y el volumen de orina.
Con toda esta información, la Unidad valora los candidatos a implementar las prótesis. A este respecto, la responsable indica que mayormente las pérdidas de orina en hombres son consecuencia de «haber sido sometidos a alguna cirugía prostática, o bien una prostatectomía radical (en el caso de cáncer de próstata) o bien una hiperplasia, que consiste en vaciar el interior de la próstata para tratar próstatas benignas».
Unidad de Disfunción Eréctil
Paralelamente, otra de las novedades del Servicio de Urología es la creación de una Unidad de Disfunción Eréctil y próximamente se empezarán a implantar prótesis de pene de última generación. «La disfunción eréctil es un tema prevalente en la sociedad y motivo de muchas consultas, ya que aunque envejecemos, muchos hombres siguen sintiéndose jóvenes, por lo que quieren seguir manteniendo relaciones sexuales», explica el Dr. Antoni Pont, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitari Sant Joan de Reus.
Hasta ahora, el tratamiento que se ofrecía a estos pacientes era farmacológico, pero algunos respondían desfavorablemente. Entonces, explica el especialista, «desde la Unidad ofrecemos un diagnóstico a cada paciente para averiguar las causas de la disfunción eréctil, ya sean vasculares, neurológicas, psicológicas u hormonales».
Para ello, describe, «realizamos eco-doppler de las arterias cavernosas del pene, para valorar la circulación, y en el caso de que sea suficiente se hace una tutoría con inyecciones intracavernosas, es decir, se enseña al paciente dónde y cómo debe pincharse cada vez que quiera tener una relación sexual para que aumente el flujo de sangre».
Pero cuando las arterias están demasiado dañadas, este tratamiento tampoco es efectivo. En estos supuestos, la solución pasa por implantar prótesis de pene, una intervención que de ahora en adelante también se realizará en el hospital reusense.
«Con la implantación de la prótesis, el paciente cuando quiere tener una erección aprieta una pequeña válvula situada en la bolsa escrotal, que activa un reservorio de líquido que circula hacia el pene, provocando la erección, y cuando finaliza la relación sexual, vuelve a apretar la válvula para vaciar la prótesis y el pene queda en reposo». En este sentido, el Dr. Antoni Pont estima «en este primer año, implementar entre 8 y 10 prótesis de pene», una cifra que espera que aumente en los próximos años.
Por último, con la implementación de dichas prótesis se trata a dos personas, por un lado, quien sufre la disfunción eréctil, y, por otro lado, la pareja. Es importante recalcar que «cuando una pareja viene a la consulta, les explico que si hay amor y sexo, mejora la relación, por lo que a través de este tratamiento les ofrecemos recuperar la pasión que tenían cuando eran jóvenes; ya que como médicos debemos velar por el bienestar de la pareja y su salud sexual».
Mejorar la calidad de vida
Por todo ello, en cuanto a las ventajas de implantar esfínteres urinarios artificiales, la doctora Mercè Pascual apunta un cambio en la calidad de vida de los pacientes, «porque de lo contrario deben llevar pañal, con las limitaciones que ello conlleva. En cambio, cuando se implanta el dispositivo, pueden llevar una protección mínima en situaciones muy concretas o incluso prescindir definitivamente de ella». En este sentido, la especialista hace hincapié en que «las personas con incontinencia sufren en silencio, ya que es un trastorno que afecta el día a día y que genera mucha inseguridad».