El tarraconense Marcel Ortega, vocación por compartir la música
El director de orquesta, banda y coro ha dirigido agrupaciones profesionales y estrenado diferentes obras
Tan solo ha pasado una semana desde que el director titular de la Banda Municipal de Castelló, desde hace cinco años, el tarraconense Marcel Ortega i Martí (La Secuita, 1990) se pusiera al frente de la banda de música La Pamplonesa, durante el concierto Es Carnaval en el Teatro Gayarre. Un éxito más en su carrera como director de orquesta, de banda y de coro.
«De vez en cuando, recibo invitaciones como la de Pamplona o la del concierto del pasado Sant Esteve para dirigir a la Camerata Eduard Toldrà y La Simfònica de la Escola i Conservatori Municipal de Música Mestre Montserrat de Vilanova i la Geltrú», explica el músico.
Para llegar hasta aquí, Marcel Ortega i Martí rememora sus orígenes en «la Escola Municipal de Música de Tarragona y en Els Rossinyols, la coral infantil de la Associació Cor Ciutat de Tarragona; después, tuve la suerte de ir a la Escolania de Montserrat, de los 10 a los 14 años; y más tarde terminé los estudios en el Conservatori de Tarragona».
En aquel momento, reconoce el tarraconense, «no quería dedicarme a la música, así que empecé la carrera de Arquitectura». Pero en su interior seguía resonando la pasión por dicho arte. «Echaba de menos la dirección y la música por el hecho de poder compartirla con otras personas», confiesa el intérprete. Entonces, inició los estudios para graduarse en las dos especialidades de Dirección de Coro y de Orquesta en Musikene, pasando un año en el Conservatorio GB Martini de Bolonia, para después obtener el máster de Dirección de Orquesta en la Haute École de Musique de Ginebra.
De esta manera, ha seguido la estela de la música en diferentes ámbitos hasta ganar la plaza de director titular de la Banda Municipal de Castelló en 2019. Actualmente, también es titular de la Jove Orquestra InterComarcal (JOIC). En este sentido, el próximo 31 de marzo la formación ofrecerá el tradicional Concert de Primavera en el Teatre Tarragona. (19 horas).
Basándose en su experiencia como director, tanto de orquesta, banda y coro, reconoce que «el director es el que debe hacer que la música suceda, ya que la partitura solo son unas manchas sobre un papel; a mí me corresponde trabajar con esta masa humana y musical; cuando se trata de un coro trabajamos con la voz y un texto, mientras que en el caso de una banda y una orquesta trabajamos con los músicos y sus instrumentos».
Así, en cuanto a sus cualidades y dotes con la batuta, dice que «soy una persona muy cercana y a la vez exigente porque me gusta hacer bien las cosas, y para ello motivo a los músicos a hacer lo mismo, sean amateurs, estudiantes o profesionales; me gusta trabajar desde la expresividad, porque la música no es solo hacer las cosas bien, sino transmitir al público la magia que se crea en el escenario».
Otra de las facetas de Marcel Ortega i Martí es su dedicación en el ámbito pedagogo. «Además de ser profesor de los conservatorios de Tarragona y Barcelona, el año pasado la Generalitat Valenciana me encargó la composición de la cantata, para coro infantil y banda, del proyecto pedagógico Escola Canta», explica él mismo.
En el mundo coral, ha sido miembro del Cor Jove Nacional de Catalunya y el Secretariat de Corals Infantils de Catalunya le ha publicado diversas obras. Ganador de los Premis Reus de Composició per a corals infantils 2011, también se le ha encargado la composición para coro, solistas y órgano del drama escénico del Misteri de Castelló.
Esta fascinación por la música le ha motivado a estrenar, por ejemplo, la Primera Sinfonía Imperial Tàrraco de Joan Guinjoan o In Blood We Trust, sinfonía para banda, electrónica y grupo vocal de Xavier Gelabert. «Siempre he intentado trabajar con compositores vivos. En la época que estuve frente a la Orquesta Sinfónica de la URV conocí a Joan Guinjoan, con quien surgió una entrañable relación personal y artística; asimismo, en una de las veces que he dirigido la Banda Municipal de A Coruña estrenamos una obra del compositor gallego Miguel Matamoro; y el año que viene dirigiré la Banda Municipal de Barcelona con la que estrenaremos una partitura de David Moliner, un compositor de Castellón reconocido a nivel mundial». Interesado también por la música catalana, ha reprogramado La Sega de Joaquim Zamacois o Poemes de Llum de Manuel Palau y colabora con la Banda Municipal de Barcelona en la recuperación y revisión del patrimonio de archivo.
De toda esta experiencia, el músico de La Secuita destaca que «ser el primero en dar vida a una obra que acaba de escribirse es fascinante, porque además puedes establecer un diálogo con el compositor y formar parte del proceso que significa dar vida a una partitura».